De sus escamas, me empapé
De esta calle de los azulejos,
apareció un hombre a lo lejos.
Venía su cuerpo de algas lleno,
y con un caminar pleno
en poco tiempo se me acercó.
Escupió un cangrejo y preguntó:
"¿has visto a aquella mujer sin senos?"
Ahí pensé que él del coco no estaba bueno.
"No, señor, sólo vendo pellejos",
pero yo no era ningún pendejo.
Debajo del muelle, la guardé,
de esa mujer yo me enamoré.
La rubia sirena del pirata algoso
me enseñó su corazón escamoso,
y desde ahí más nunca la dejé.
Esta publicación ha recibido el voto de Literatos, la comunidad de literatura en español en Hive y ha sido compartido en el blog de nuestra cuenta.
¿Quieres contribuir a engrandecer este proyecto? ¡Haz clic aquí y entérate cómo!
Me gusta el escamoso corazón, @gabmr 😃🐝
Me alegro te haya gustado, @hiramdo.
Saludos. Feliz día.