Cielo Carmesí | Crimson Sky | Chapter II (Esp/Eng)

Evelyn, al igual que Dimitrio tiene un espíritu un tanto travieso, Evelyn pertenecía a una de las categorías más altas entre los celestiales, tenía las alas más bellas del reino celestial, y una belleza sin igual, cabello castaño oscuro y ondulado, un aspecto eternamente juvenil, piel canela y ojos color café, ella, poseía una habilidad que ningún otro celestial tenía, aunque más que una habilidad, se le podría llamar un “Don” o un “Regalo”, el regalo de la vida, la sanación, así como el poder de la influencia que todos ellos tenían.

Rara vez se presentaba la ocasión de utilizar sus habilidades a menos que se tratase de algún encargo divino, cosa que era muy poco frecuente puesto que por lo general no se acostumbraba a interferir con los humanos y sus actividades, su principal actividad era volar por el mundo terrestre, sirviendo junto a sus hermanos como los “Ojos de Dios” llevándole información de lo que sucede en la tierra, sin embargo, Evelyn era además de todo, como anteriormente se había dicho, un tanto traviesa. Le gustaba pasearse por los pueblos humanos y observar de cerca las actividades terrestres como los cantos, los parques, celebraciones y sus favoritos, los bailes, aunque nunca se acercaba lo suficiente como para interactuar con ellos.

Consideraba a los humanos como criaturas impresionantes, capaces de crear cosas hermosas, capaces de crear toda la música que le encantaba, los diferentes bailes, y más de una vez se había querido acercar, pero aunque traviesa, era tímida con respecto a mostrarse, ya que sus hermanos le hablaban solamente cosas malas de los humanos, que solamente causan dolor y sufrimiento, que si de ellos dependiese el juicio, el cielo estaría totalmente deshabitado de humanos, sin embargo, Dios, tenía una política de fe en los humanos que ellos jamás entenderían, estos humanos habían sido responsables de guerras, armas, bosques destruidos y lugares completamente acabados, y parecía que eso jamás cambiaría.

Evelyn, sin embargo, si compartía los ideales de su padre, pero no dejando de lado lo que sus hermanos le decían, por lo cual, nunca terminaba de entrar a los eventos y solía conformarse con mirar a la distancia. Ella soñaba con participar en alguno de esos bailes, pero nunca se atrevía a acercarse tanto, los ángeles no podían cambiar de forma a diferencia de los demonios, solo podía ocultar sus alas, y en el fondo sentía que acercarse tanto a los humanos no estaba bien, las palabras de sus hermanos resonaban en su cabeza una y otra vez, la maldad que vivía en ellos, y al mismo tiempo la fe de su padre en los humanos le hacían dudarlo, no había realmente ninguna regla que le impidiera acercarse a los humanos, sin embargo, sus dudas no le permitían hacerlo.

Tú, lector, me dirijo a ti nuevamente, ¿Qué opinas? ¿Buenos o malos? Si mañana fueses juzgado, ¿Sabes a dónde irías?