De repente las miradas dejaron de arroparnos,
y el calor que nos bañaba se esfumó,
la piel se tornó gris y al acariciarnos,
la sequía de líbido apareció,
La musa entraba en la peor sequía,
que alguna vez el mundo presenció,
porque ya la llama de ti no era mía,
y la llama de mí solo se extinguió,
De repente las miradas dejaron de buscarnos,
porque al amor con dolor confundió,
y mientras en vigilias intentamos besarnos,
la soledad de no vincularnos se encargó,
Los dedos siguen aclamando las heridas,
de aquella piel que un día se poseyó,
cuando hubo batallas que no fueron perdidas,
en las que el placer me decía quien ganó.
Yo perdí un duelo tal vez, pero solo eso se perdió.
En el último tramo de la oscuridad que me abrumaba se escondieron estos versos, como última sentencia de que la tormenta ha finalizado, ahora no queda más que empezar a ver la luz volver a mi ser, seguiremos intentando, seguiremos luchando.
Todas las imágenes fueron obtenidas de Unsplash, específicamente de las siguientes fuentes:
Primera Imágen (portada): Photo by Pavel Lozovikov on Unsplash
Segunda Imágen (laterales): Photo by Zoltan Tasi on Unsplash
Tercera Imágen (Final): Photo by Louis Maniquet on Unsplash
Me encantó. Imágenes, ritmo, emoción, concordancia. Excelente aporte
Muy agradecido por su comentario, hermano, cuando la musa habla, estas cosas nacen.
Saludos y bendiciones.
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