[ESP] Microcuento «Compañía». by canitas

** Proceso creativo **
Un cuento engavetado que ha sido corregido en equipo.

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Compañía

Todos los días una joven se sentaba en la plaza a alimentar a las palomas. No era como esas mujeres solteras y marchitas por el tiempo. Esta apenas tenía veinte años acompañados por un rostro difícil de olvidar y un aura afable. Diligentemente, se sentaba en la plaza con una bolsa de palomitas después de salir de clases y no se iba hasta quedar con las manos vacías. Ella era la única que las trataba bien. Las demás personas las espantaban o ignoraban, y los niños que jugaban en el parque les lanzaban piedras. Las aves rodeaban a la mujer para poder comer, pero entre ellas había una especial. Un cuerpo emplumado de color marrón que se posaba en el hombro de la joven, y que comía directamente de su mano observando a su mecenas en largos silencios como víctima de un hechizo. Esa era la rutina.

El ave, cuya posición era mejor en comparación con sus compañeras, raras veces era molesta. No ensuciaba y era sin duda más inteligente que las demás, llegaba hasta parecer humana. Apenas la comida se acababa, las palomas se iban, pero esta permanecía unos minutos más antes de levantar el vuelo, era el tiempo que necesitaba para despedirse. Uno de esos días en que el sol estaba picoso, la joven deseaba irse temprano, así que alimentó a las aves lo más rápido que pudo y se levantó para caminar a casa. La paloma siguió sobre su hombro a pesar del brusco movimiento. Ella lo notó y se paró en seco mirando al animal fijamente. Este le sostuvo la mirada y dobló su cuello para acercarse al oído de la mujer. El pecho del ave se hinchó queriendo decir algo con todas sus fuerzas, pero solo se escuchó un silbido. La paloma cayó al suelo víctima de una piedra. Los niños se alejaron entre risas satisfechos con su travesura.

La joven tomó el cuerpo emplumado con la esperanza de poder hacer algo. No había nada que hacer. La chica continuó yendo a la plaza, pero no importaba cuantas palomitas lanzara, ya ninguna se acercaba.

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Espero les guste este microcuento. Un abrazo para todos.