Últimamente lo que más abunda es la tristeza en mi corazón, escribimos lo que sentimos, y yo soy una persona que no me expreso con nadie más que conmigo mismo. Convierto mis realidades en escritos que tengo el placer de recordar cada vez que los leo, por eso este escrito se llama...
Y así empezamos tú y yo en este viaje mi querida tristeza, nunca te he sentido tan permanente como ahora que me has quitado hasta la inspiración. Te diría que te sentaras y estuvieras conmigo un rato, pero la realidad es que mi ser no me permitiría adaptarme a tu presencia, pero cabe destacar que a través de ella recordé cosas de mí que había olvidado.
Siempre me acompañas cuando la realidad de mi vida no es del todo buena, tenerte aquí aturde mis pensamientos, mata mi valor para continuar y paso los días en el mismo lugar, donde el tiempo pasa sin darme cuenta, encerrado entre cuatro paredes y tu en el fondo, observando como intento motivarme pero eso dura solo unos cortos minutos, porque luego vuelvo al mismo lugar donde te siento más cerca, ahogado en un vacio que me consume, compartiendo un día más a tu lado mi querida tristeza.
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Me llenas de desánimo, desmotivación, falta de inspiración y todo es lo que me ha provocado tu presencia, pero hoy ha sido diferente, me he atrevido a dar el primer paso para conseguir valor e inspiración y mira que la vida es irónica, después de todos los altibajos de tu compañía hoy escurro mis sentimientos con estas palabras pensando en ti.
¿Qué lección me has dejado? No hay mal que por bien no venga, espero este sea el inicio de un cambio positivo, lleno de mejores noticias y con las mejores alegrías, no es tan mala tu compañía mi querida tristeza, debemos sentarnos a tu lado para recordar que no somos tan fuertes, para recordar… que eres tu quien nos da una lección y nos inspiras a ser mejor, nunca hay eternos días triste, sino personas que no terminan de encontrarse.