The room of memories every time I enter it they fall on me like drops of water a thousand experiences of yesterday I still smell the scent warm of your haughtiness a pout and a goodbye I never knew why The little window with its hanging ferns where enough with your affection I dreamed the nightstand lamp and your reproaches hanging on the wall They will always wait for you in my little room bulk details because even though the years go by I will not be able to forget you Every time the sun peeks out by my window anxious I will ask what have your lips to quench my thirst The room of memories he always talks to me about you is expressed by each impulse the heart when beating Converse with the voice of a wise man knows what to feel know more than anyone what's inside of me On every fret of my melodious four there is a bunch of the verses that I wrote on the cover of a dusty old book it's recorded the day I met you I will never never forget the many kisses and that feverish look that my nights unveiled as in an endless tale See you soon my life you forgive me I would not want to conclude it's three in the morning I'm going to try to sleep
El cuarto de los recuerdos
cada vez que entro en él
me caen como gotas de agua
mil vivencias del ayer
Aún percibo el aroma
cálido de tu altivez
un puchero y un adiós
que nunca supe porqué
La ventanita con sus helechos colgantes
donde bastante con tu cariño soñé
la lamparita de la mesita de noche
y tus reproches colgados en la pared
Siempre esperarán por ti
en mi cuartito
los detalles a granel
porque aunque pasen los años
olvidarte no podré
Cada vez que el sol se asome
por mi ventana
ansioso le pediré
eso que tienen tus labios
para que calme mi sed
El cuarto de los recuerdos
siempre me habla de ti
se expresa por cada impulso
el corazón al latir
Conversa con voz de sabio
sabe lo que ha de sentir
conoce más que cualquiera
lo que hay dentro de mí
En cada traste de mi cuatro melodioso
hay un manojo de los versos que escribí
en la portada de un libro viejo empolvado
está grabado el día en que te conocí
Nunca nunca olvidaré
los tantos besos
y esa mirada febril
que desvelaron mis noches
como en un cuento sin fin
Hasta pronto vida mía
tu me perdonas
no quisiera concluir
son las tres de la mañana
voy a tratar de dormir
Autor: Reynaldo armas
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