Me presento, soy Camilo Andres Aldas Bernal

Hola a todos:

Un gran amigo me recomendó publicar mis escritos en esta página, la verdad no tengo un gran conocimiento sobre la plataforma, pero en lo poco que he visto y comprendido, puedo notar una gran fuerza que viene creciendo por medio de esta plataforma digital.

Me llamo Camilo y soy de Colombia. Por favor, no me juzguen, es un acto de fe vivir en estas tierras hermosas de varios climas y varias culturas.

Igual, no quiero que nos juzguen todas las personas que vivimos aquí. No es fácil crecer en medio de un país que ha tenido una guerra civil de más de media década.

Colombia ha sido testigo de un proceso de paz que tratan de desmoronar las grandes maquinarias del poder dueñas de estas tierras, maquinarias que son dueñas de un poder corrupto que ha hecho metástasis en nuestra historia.

En fin, soy de un país que sobrevive a una gran crisis, así se trate de ocultar.

Luego de dar un pequeño pincelazo del país de donde vivo, puedo decir que soy alguien que le gusta escribir y le gusta la música, en especial el rock y el metal. Sin embargo, en la mayoría de casos, no me incomodan los demás géneros, aunque existen unos hechos tristes y lamentables que dentro de la música ocurren y que algún día hablaré con más profundidad.

Participé como baterista en una banda de metal de la ciudad de Manizales llamada "The Karman Vortex". En este proyecto grabamos un álbum llamado "Catarsis Onírica" del cual en otro post igualmente, hablaré mas en detalle.

Nací en Ipiales, viví un tiempo en Manizales y ahora vivo en Bogotá.

Vivo en una ciudad, que cómo diría el escritor Mario Mendoza, es una "ciudad de las mil heridas" o como la gran mayoría de personas la denominan: "la nevera" por el hecho de ser fría y dar de comer a los que residimos en ella.

Es una ciudad dura, de lejanías pero sobre todo, de mucha cultura, de mucha música, y de géneros alternativos que nacen por el desespero de querer escapar por las ventanas de la creatividad. A eso se dedican muchos jóvenes: a practicar algún instrumento, a escribir, a pintar grafitis, a ser algo mas que un simple número en una ciudad que no discrimina a todas las culturas de este país que llegamos a buscar algo más que en otros lugares no nos pueden brindar.

Creo que en la condena que vivo, debo testificar la música, cine y todo el arte que he visto en mi vida, como una especie de catarsis, como un escape a mi monotonía, a esos viajes de dos horas en unos buses rojos llenos de personas tristes y cansadas, a esas horas sepultado diariamente para tener un sueldo mensual para pagar lo que se necesita para sobrevivir.

Ahora bien, necesito crear por medio de estas palabras, eslabones de libertad para no quedarme en medio de un conformismo tedioso. No quiero derrumbarme.

Este soy yo, sólo alguien quien quiere aportar unas cuantas palabras para sobrevivir a mi mismo.