When she let him go (ENG-ESP)

in The Ink Well2 months ago

English

It was a sunny morning in the country and the fresh air brought with it the smell of freshly brewed coffee. Lisa, sitting in an old armchair on the front porch of her house, was contemplating her beautiful sunflower garden and her thoughts were lost in an accumulation of emotions.

—I should have let him go a long time ago,— she muttered to herself, feeling a heavy weight in her heart at every memory that crossed her mind.

Lisa had been in a relationship with Ismael for five years. At first, everything was perfect; laughter, walks, plans for the future. But as time went by, things changed. The spark that once brought them together had faded and love had become a constant struggle. She knew the time had come to end things in a healthy way, but the thought of losing him, or imagining him with a woman other than herself, tore at her soul and kept her clinging to a relationship that no longer made sense.

As she sipped her coffee, an old red Lada parked in front of the entrance to her garden. It was Clara Elena, her stunning best friend, who got out of the car with a radiant smile that illuminated that place more than the beauty of the sunflowers.

—Are you ready? —she asked, shouting, to Lisa, while her long and wavy brown hair moved in the soft breeze of the wind.

Lisa smiled weakly, Clara demanded an answer for the girls' night out they had planned for a long time, but she was thinking about something else and felt her whole world crumbling inside.

Clara Elena walked over to her and sat on the couch next to her. He saw her too wilted, with her black hair in disarray and her big brown eyes dull.

—Clara, I don't know what I'm going to do with my life. I don't know if I'll be able to move on after I make the decision I know I have to make. Breaking up a relationship that I bet everything on, it hurts so much,— Lisa confessed, dropping her gaze to the floor.

—Listen. You have to find the strength to do what you have to do. You can't go on like this, suffering for someone who doesn't suit you anymore,— said Clara firmly. You deserve to be happy.

Her friend's words echoed in her mind, but the fear of losing everything she had built with Ismael, of being alone and never seeing him again kept her trapped.

That night, Lisa made a decision. She decided that she had to talk to Ismael and put an end to her suffering. The next day she met him in the town park. The sun was shining brightly, but Lisa felt that the sky was clouding over.

—Ismael, we need to talk.—Lisa began to say, in a trembling voice.

He looked into her eyes, confused, trying to anticipate her thoughts through the softness of the expressions on his oval face with protruding cheekbones.

—I've been thinking about us... how we've changed as a couple.

Ishmael folded his arms and his expression became serious, clenching his square jaw.

—What do you mean? Are you trying to break up with me?

—It hurts me to say this and pretend I had no feelings for you. But I have to break up with you to find myself again. I'm not happy, —said Lisa, feeling tears threatening to well up.

—I also feel trapped in this relationship as much as you do,— answered Ismael, soft but firm, as the breeze of the wind combed his dark curly hair and bared his forehead.

Lisa remained silent, surprised.

—What do you mean?

—I mean that I also think we should separate for good. That doesn't mean that I don't care about you. I care a lot about you, you will always be special to me, but I don't feel good with you anymore,— explained Ismael, with a look full of sadness.

They both looked at each other and in that instant the weight on their shoulders began to disappear. They had been so immersed in their grief that they hadn't realized that they both wanted the same thing. With great sadness, Lisa nodded.

—So it's goodbye?

—It's goodbye,— said Ismael, reaching out to take Lisa's hand.

Lisa felt a comforting warmth in her heart, as if the dominoes were falling in the right direction, something she never imagined. With the passing of time, she would find new passions that would allow her to know herself more as a woman and forget her pain to be happy again.



Español

Era una mañana soleada en el campo y el aire fresco traía consigo el olor del café recién hecho. Lisa, sentada en un viejo sillón del portal de su casa, contemplaba su hermoso jardín de girasoles y sus pensamientos se perdían en un cúmulo de emociones.

—Debería haberlo dejado marchar hace mucho tiempo— murmuró para sí misma, sintiendo un gran peso en el corazón ante cada recuerdo que cruzaba por su mente.

Lisa llevaba cinco años de relación con Ismael. Al principio, todo era perfecto; risas, paseos, planes para el futuro. Pero con el tiempo, las cosas cambiaron. La chispa que un día los unió se había apagado y el amor se había convertido en una lucha constante. Ella sabía que había llegado el momento de poner fin a las cosas de una manera sana, pero la idea de perderlo, o imaginarlo con otra mujer que no fuera ella, le desgarraba el alma y la mantenía aferrada a una relación que ya no tenía sentido.

Mientras daba un sorbo a su café, un viejo Lada rojo aparcó frente a la entrada de su jardín. Era Clara Elena, su despampanante mejor amiga, que bajó del coche con una sonrisa radiante que iluminaba aquel lugar, más que la belleza de los girasoles.

—¿Estás lista? —preguntó, gritando, a Lisa, mientras su cabello castaño largo y ondulado se movía con la suave brisa del viento.

Lisa sonrió débilmente, Clara exigía una respuesta para la salida de chicas que tenían planeada desde hacía tiempo, pero ella estaba pensando en otra cosa y sentía que todo su mundo se desmoronaba por dentro.

Clara Elena se acercó a ella y se sentó en el sillón de al lado. La vio demasiado marchita, con su cabello negro desarreglado y sus grandes ojos marrones sin brillo.

—Clara, no sé qué voy a hacer con mi vida. No sé si podré seguir adelante después de tomar la decisión que sé que tengo que tomar. Romper una relación por la que aposté todo, me duele mucho— confesó Lisa, dejando caer la mirada al suelo.

—Escucha. Tienes que encontrar la fuerza para hacer lo que tienes que hacer. No puedes seguir así, sufriendo por alguien que ya no te conviene —dijo Clara con firmeza—. Mereces ser feliz.

Las palabras de su amiga resonaban en su mente, pero el miedo a perder todo lo que había construido con Ismael, a quedarse sola y no volver a verlo la mantenía atrapada.

Aquella noche, Lisa tomó una decisión. Decidió que tenía que hablar con Ismael y poner fin a su sufrimiento. Al día siguiente quedó con él en el parque del pueblo. El sol brillaba con fuerza, pero Lisa sintió que el cielo se le nublaba.

—Ismael, tenemos que hablar—empezó a decir Lisa, con voz temblorosa.

Él la miró a los ojos, confuso, tratando de anticiparse a los pensamientos de ella a través de la suavidad de las expresiones de su rostro ovalado con pómulos salientes.

—He estado pensando en nosotros... en cómo hemos cambiado como pareja.

Ismael se cruzó de brazos y su expresión se volvió seria, apretando su mandíbula cuadrada.

—¿Qué quieres decir? ¿Estás intentando romper conmigo?

—Me duele decir esto y fingir que no sentía nada por ti. Pero tengo que romper contigo para volver a encontrarme a mí misma. No soy feliz— dijo Lisa, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar.

—Yo también me siento atrapado en esta relación tanto como tú —respondió Ismael, suave pero firme, al tiempo que la brisa del viento peinada su cabello oscuro rizado y desnudaba su frente.

Lisa permaneció en silencio, sorprendida.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir que yo también creo que deberíamos separarnos definitivamente. Eso no significa que no me importes. Me importas mucho, siempre serás especial para mí, pero ya no me siento bien contigo —explicó Ismael, con la mirada llena de tristeza.

Ambos se miraron y en ese instante el peso sobre sus hombros comenzó a desaparecer. Habían estado tan sumidos en su dolor que no se habían dado cuenta de que ambos querían lo mismo. Con gran tristeza, Lisa asintió.

—¿Así que es un adiós?

—Es un adiós —dijo Ismael, extendiendo la mano para tomar la de Lisa.

Lisa sintió un calor reconfortante en el corazón, como si las fichas de dominó estuvieran cayendo en la dirección correcta, algo que no imaginaba. Con el paso del tiempo, ella encontraría nuevas pasiones que le permitirían conocerse más como mujer y olvidar su dolor para volver a ser feliz.


Translation from Spanish to English by means of deepl.
Image here

Sort:  

A very nice and beautiful story. I can relate with Lisa.I'm glad she finally made the right decision. Sometimes we just need to take a bold step even if it will hurt us.

Yess!! Thank you so much

Lisa’s journey is so relatable, it’s never easy to let go of something that once brought us so much joy, even when it’s no longer right for us.
Nice story BTW!

thank hoy so much!!!