Nada en esta vida justifica la violencia y menos la supuesta educación.
Obviamente muchos fuimos criados con las respectivas nalgadas y chanclas voladoras, eso es producto de conductas aprendidas y su manera de criar fue bastante fuerte. No los culpo, pero tampoco comprendo como si se ama tanto a estos inocentes seres, es necesario lastimar para enseñarles como es que se deben hacer las cosas.
Nadie nace a prendido, afortunadamente el conocimiento se sigue repartiendo a través de columnas como estas y poco a poco vamos concientizando la importancia del respeto.
Saludos.