Te entiendo perfectamente. En mi caso, gracias a Dios ellos han agarrado la onda rápidisimo. El primero a los 6 años ya leía bastante fluido y hasta en un concurso de lectura lo metieron en el colegio.
Al segundo le tocó el proceso en plena cuarentena, asi que en casa lo ponía y rápido fue agarrando el hilo de la lectura. En las noches le leía un cuento corto, mientras le señalaba con el dedo por donde iba. Cuando terminábamos, lo ponía a que él lo leyera para mi. Al principio hacía trampa, porque lo aprendía de memoria, pero luego si se ponía serio y preguntaba cuando había combinaciones de tres letras (pla, cla, etc)
Ahora estamos por las tablas, él ya está en segundo grado y aquí no las enseñan sino en cuarto! Pero yo trato de llevarle el método que usó el mayor allá en Venezuela, y que no lo traumatizó. Así que esta semana estaremos con la tabla del 2
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Jorge no gusta mucho de la lectura, pero ya se sabe la tabla del 2.
Resta y suma con una velocidad que a mí me tiene asombrada.
Ayer lo oí hablando raro y cuando me puse a ver, estaba mirando una app que tiene los números en italiano, inglés y español. Eso es lo de el. Los números.
Al mio le gusta es cosas manuales o físicas. Adora educación física, rompiendo el esquema familiar, y las artes plásticas igual. Es un mago con los legos, sacando figuras de la nada.
Le gusta la lectura y los números, pero se aburre si lo ponen con el método repetitivo.
A Jorge le gusta sumar. La tabla del dos se la aprendió jugando. De tanto repetirla a través de la suma se la memorizo. Aquí en la escuela ni lectura ni escritura le han dado. Pero le gusta mucho sumar, y le enseñe que multiplicar es la agrupación de sumas de números iguales. Ya hasta pregunta por dividir... Y eso empieza a asustarme. Ya no recuerdo mucho de eso