Mamá, voy a salir con unos amigos / Mom, I'm going out with some friends

in Motherhood3 years ago

salgo_solo.png



aa_teen_esp.png




De los catorce años de mi hijo mayor, por lo menos 8 han sido una constante búsqueda de que fuera un niño más sociable. No le gustaba salir a jugar, o a pasear en bicicleta. Para él, la felicidad consistía en estar en la casa, jugando en el DS o la computadora.

Mi guerra constante era para hacerlo salir un rato. De hecho, cuando su hermanito nació, lo "enamoraba" para que fueramos a caminar por las tardes, paseando al perro y a su hermano por los alrededores de nuestra casa nueva, en una urbanización que contaba con numerosos espacios verdes.

Logré hacerle la rutina y caminabamos por lo menos media hora diaria, mientras él iba en su monopatín. Hasta ahí me aceptaba la propuesta, si yo inventaba a quedarme en la cancha, donde habían niños de su edad, tratando de que hiciera nuevas amistades, se cerraba como una ostra.

Inclusive, en uno de los conjuntos aledaños, vivía un compañero de clases, y ni siquiera con él quería socializar. Llegué a preocuparme tanto que lo llevamos al psicólogo, el segundo en 7 años que tenía, porque me parecía que iba más allá de la timidez su reacción. Para mí, carecía de empatía y eso me daba temor, por su desarrollo emocional a largo plazo.

Tanto la doctora que lo trató cuando tenía 4 años, como la actual, concluyeron que no había falta de empatía, sino más bien manipulación de su parte. Siendo diagnosticado como un niño índigo por la primera especialista, se nos hacía cuesta arriba seguirle el ritmo, pero viéndome yo identificada en sus acciones, tan similares a las mías a su edad, buscaba darle la vuelta a las cosas y tratar de llevarlo por el camino que yo creía adecuado.

Dejé de forzarlo a socializar, pero continué con los paseos y hasta logré que usara la bicicleta, los días en los que el abrasante sol llanero de Venezuela nos daba un poco de respiro por las tardes.


El inicio del cambio




Con nuestra salida del país, empezaron mis temores al momento de que retomara sus estudios. Venía de estudiar con los mismos chicos desde preescolar, y ese proceso de adaptación era para mi un motivo de intranquilidad. Sin embargo, ese primer día algo se abrió en su mente y en su proceso de madurez.



mis_amores.png



Llegó contento. Sus nuevos compañeros lo recibieron de la mejor forma posible. En esa escuela pública argentina, lo vi ser feliz como nunca antes, de estar en un recinto educativo. Formó un grupo de amigos que se pasaron a llamar "los compis", con quienes compartió dos años escolares.

Al egresar, tomé la decisión de inscribirlo en una técnica, y no en un secundario convencional, ya que me parecía conveniente que no solo sacara un título de bachiller, sino también una tecnicatura que le permitiera obtener ingresos mientras asistiera a la universidad, si eso es lo que a futuro él aspira a hacer, o en el caso contrario, poder contar con herramientas para desarrollar su propio negocio.


abanderado_de_la_escuela.png




A él, ese cambio no le gustó mucho al principio, no solo porque dejaría a sus "compis", sino que además tendría que tomar un colectivo y caminar unas 7 cuadras para llegar. Al principio lo acompañaba, ya luego, le tocó ir y venir solo. Pero con el tiempo, y luego del regreso al sistema presencial, se empezó a acoplar a la rutina, y me atrevo a decir que hasta disfruta de esa independencia.

Pero le costaba integrarse. Yo, siempre atenta a su estabilidad emocional, por ser un niño emigrante (además de ser mi hijo, obviamente) le preguntaba si había hecho amigos, si le hacían bullying, pero él me decía que no, que inclusive andaba con el grupo cuando salían de clases vía a las paradas en el terminal de donde salían todos los colectivos, pero que no tenía ningún compañero en especial.

Acá empieza el año escolar en marzo, así que mi pequeño de 14 años comienza su tercer período escolar, con la diferencia que, aunque él se empeña en negarlo, ya está un poco más maduro. Ya se hizo un grupo, con el que comparte en el liceo y luego en casa, a través del discord.



La sorpresa




Esta semana me dice, "mamá, el jueves voy a salir con unos amigos" y de inmediato a mi se me paraliza el corazón y mi cerebro empieza a desplegar un sinfín de pensamientos locos, porque siendo él, mi niño extremadamente casero, ahora quiere salir por cuenta propia!



salidas.png



De inmediato me puse en modo "mamá averiguadora": cuales amigos? para donde irán? desde que hora? y que van a hacer?, recuerda que no puedes llegar luego de las 5, porque yo me voy a trabajar... Y mi niño respondiendo de manera despreocupada, sabiendo por donde venía tanta pregunta y mi visible angustia.

Lo dejé tranquilo luego de eso. Necesitaba también tranquilizarme yo. A veces desconfiamos y creemos que todo el discurso que le damos a diario a nuestros hijos no hace mella en sus cabezas, pero si, solo que ellos no lo demuestran ante nosotros.

Ya en la noche, se me acerca como siempre, buscando cariño como perrito faldero, mientras yo estaba ya en cama, y me dice: "mamá, abrázame" y yo lo tomo en mis brazos, como cuando era un bebé, y empiezo a hablarle sobre mis temores: no vayas a aceptar nada raro por favor; aunque te presionen, nada de alcohol, cigarros o cualquier otra cosa, y tu sabes a qué me refiero.

Él me mira y me dice: "mamá, yo a esas cosas no le paro. Vamos a ir a una plaza a hablar tonterías, comer snacks y gaseosas. Es solo un ratico, porque yo sé que tengo que venirme para estar con mi hermanito mientras tu trabajas"

Esa manera de pensar me alivió un poco. No quiero decir que todavía no me genera algo de angustia, solo que no se la dejo saber, para que él pueda disfrutar de su momento, así como lo hizo cuando ya no me iba con él en el autobús hasta el liceo.

Sé que estoy haciendo un buen trabajo, sobre todo cuando me dice mamá, me gusta venirme solo, pero me gusta más cuando me esperas en la parada, porque así vamos hablando y es menos aburrido caminar hasta la casa.

No le da vergüenza que lo vaya a buscar al liceo, o tomar mi mano para cruzar la calle. Sigue siendo mi niño, aunque ya es de mi estatura, pero también me va dando luces de que necesita empezar a vivir algunas aventuras por su cuenta.


ya_soy_un_ni_o_grande.png



aa_teen_eng.png




Of my oldest son's fourteen years, at least 8 have been a constant quest for him to be a more social child. He didn't like to go out and play, or ride his bike. For him, happiness consisted of being in the house, playing on the DS or the computer.

My constant war was to get him to go out for a while. In fact, when his little brother was born, I "enamored" him so that we would go for walks in the afternoons, walking the dog and his brother around our new house, in an urbanization that had a lot of green spaces.

I managed to get him into the routine and we walked for at least half an hour a day, while he went on his skateboard. Up to that point he accepted the proposal, if I invented to stay at the playground, where there were children of his age, trying to make new friends, he closed like an oyster.

In fact, in one of the neighboring complexes, a classmate lived there, and he didn't even want to socialize with him. I became so worried that we took him to a psychologist, the second in 7 years, because it seemed to me that his reaction went beyond shyness. To me, he lacked empathy and I was afraid of that, for his long term emotional development.

Both the doctor who treated him when he was 4 years old, and the current doctor, concluded that there was no lack of empathy, but rather manipulation on his part. Being diagnosed as an indigo child by the first specialist, it was hard for us to keep up with him, but seeing myself identified with his actions, so similar to mine at his age, I tried to turn things around and try to take him on the path I thought was appropriate.

I stopped forcing him to socialize, but I continued with the walks and even managed to get him to use the bicycle, on the days when the scorching Venezuelan plains sun gave us some respite in the afternoons.


The beginning of the change




With our departure from the country, my fears began when it was time for him to resume his studies. I had been studying with the same children since preschool, and this process of adaptation was a source of uneasiness for me. However, that first day something opened up in his mind and in his maturity process.



mis_amores.png



He arrived at home feeling happy. His new classmates welcomed him in the best possible way. In that Argentine public school, I saw him being happy as never before, to be in an educational institution. He formed a group of friends who became known as "los compis", with whom he shared two school years.

When he graduated, I decided to enroll him in a technical school, and not in a conventional high school, since I thought it was convenient for him not only to get a high school diploma, but also a technical degree that would allow him to earn an income while attending college, if that is what he aspires to do in the future, or in the opposite case, to be able to have the tools to develop his own business.


abanderado_ingles.png




He did not like this change at first, not only because he would be leaving his "compis", but also because he would have to take a bus and walk about 7 blocks to get there. At the beginning, I accompanied him, and later, he had to go back and forth alone. But with time, and after returning to the on-site system, he began to adapt to the routine, and I dare say that he even enjoys this independence.

But he had a hard time integrating. I, always attentive to his emotional stability, being an immigrant child (besides being my son, obviously) asked him if he had made friends, if he was being bullied, but he told me no, that he even walked with the group when they left school via the bus stops at the terminal where all the buses left from, but that he did not have any special companion.

Here the school year starts in March, so my little 14 year old starts his third school term, with the difference that, although he insists on denying it, he is already a little more mature. He has already formed a group, with which he shares at school and then at home, through discord.



The surprise




This week he tells me, "Mom, on Thursday I'm going out with some friends" and immediately my heart stops and my brain starts to unfold a myriad of crazy thoughts, because being him, my extremely homely boy, now he wants to go out on his own!



salidas.png



I immediately went into "inquiring mom" mode: which friends? where are they going? from what time? and what are they going to do? remember that you can't arrive after 5, because I'm going to work? And my boy answering in a nonchalant way, knowing where so many questions and my visible anguish were coming from.

I left him alone after that. I needed to calm down too. Sometimes we distrust and believe that all the speech we give our children every day doesn't make a dent in their heads, but it does, they just don't show it to us.

At night, he comes to me as always, looking for affection like a lapdog, while I was already in bed, and he says: "Mom, give me a hug" and I take him in my arms, like when he was a baby, and I start talking to him about my fears: please don't accept anything weird; even if they pressure you, no alcohol, cigarettes or anything else, and you know what I mean.

He looks at me and says: "Mom, I don't stop at those things. Let's go to a square to talk nonsense, eat snacks and sodas. It's just for a little while, because I know I have to come here to be with my little brother while you work".

That way of thinking relieved me a little. I don't want to say that it still doesn't cause me some anxiety, I just don't let him know, so he can enjoy his moment, just like he did when I wasn't riding the bus to school with him.

I know I'm doing a good job, especially when he tells me mom, I like coming alone, but I like it better when you wait for me at the bus stop, because that way we can talk and it's less boring to walk home.

He is not ashamed when I pick him up from school, or when he takes my hand to cross the street. He's still my little boy, even though he's my height, but he's also showing me that he needs to start having some adventures on his own.

big_boy.png




Fotografías por/Photografy by: Márluy Escalona
Edición/Edition by: @mamaemigrante on Canva
Traducido por/ translate with: www.deepl.com/translator (free version)

Sort:  

Ver a su hijo crecer y ser menos dependiente debe ser un proceso un poco difícil para quienes son padres, en especial para aquellos que suelen protegernos mucho, pero la confianza en los valores enseñados es algo necesario y fundamental que un hijo nunca olvida.

Su bebé seguirá creciendo profe y con ellos los principios que usted les sembró.
Felicidades por su buen trabajo como mamá!

Que belleza de hijo tienes es un ser único @mamaemigrante esta dando el abre-boca de lo que será cuando hombre , es auto suficiente y quiere hablar de su mundo con otros niños de su edad, se está integrando y eso es muy sano para su crecimiento y desarrollo personal .

Tú sigue orientando su camino con amor y firmeza sutil sus avances, mantén los ojos y la escucha bien activa , míralo con la compasión de ir más allá para que puedas ponerte en sus zapatos que aun son pequeños , pero ten presente que es la vida y el esta haciendo sus propias elecciones.

Será y es un gran humano, un niño, adolescente , tal cual lo eres tu querida amiga .
Una amiga como tú

@janitzearratia

 3 years ago  

Que cosa más bella! Va creciendo amiga pero de una manera especial. Se que le has llenado de Buenos valores y principio tanto su cabeza como su corazón. También se no que es fácil soltar con la sociedad como está pero por sus actitudes estoy segura que tus enseñanzas las va a tener siempre presentes.

A mí me da terror la adolescencia. Matías ya tiene 12 y aunque sigue siendo mi niño dulce ya muestra mucha disconformidad cuando no quiere hacer algo. Trato de hablarlo sin discutir, le pregunto si se molestó y gracias a Dios es sincero y me dice que si y por qué y ahí me da la oportunidad de hablar con el.

No es fácil ser madre y menos en tiempos tan complicados dónde la maldad está s la orden del día. Toca confiar en el trabajo que hemos hecho y encomendarnos a Dios.

Un abrazo!

Dejarlos volar Dios es tan difícil, tenemos tantos temores de esta sociedad que quisiéramos tenemos en nuestra burbuja siempre.

Pero no siempre estarán en la burbuja y definitivamente nuestro deber es enseñarles a manejarse en la sociedad, darles herramientas que les permitan actuar en casos determinados, si siempre les asistimos cómo se defenderán solos.

Y he allí mi punto, conozco la teoría pero...cómo me cuesta soltar a Sofía jaja pero sé debo hacerlo

Es muy interesnte al leer tu publicación, el ver que tu hijo se acoplo muy bien en las escuelas de su nuevo lugar, quizas allá tiene una cultura a la cual se adapta mejor, o simplemente su madurez ha hecho posible la adaptación con sus compis, y el nuevo grupos, lo importante es que se hace indepediente y a la vez mantiene la cercanía y confianza contigo, Saludos!!

Hola amiga @mamaemigrante 👋

Me alegra que su hijo se este integrando y se interese por compartir con niños de su edad,eso sin duda le hará mucho bien.

Cómo madres siempre nos angustiamos pero debemos confiar en nuestros hijos y en la educación que les dimos, estoy segura de que tú hijo se convertirá en un hombre extraordinario.

Un gusto leerte, saludos 🤗

Congratulations @mamaemigrante! You have completed the following achievement on the Hive blockchain and have been rewarded with new badge(s):

You received more than 800 upvotes.
Your next target is to reach 900 upvotes.

You can view your badges on your board and compare yourself to others in the Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word STOP

Support the HiveBuzz project. Vote for our proposal!