Uno de mis propósitos de este año es llevar a mis hijas a conocer un poco más de la Isla de Margarita, que no solo sepan de centros comerciales y sitios turísticos sino que puedan conocer y disfrutar de plazas, parques, playas y sitios no tan concurridos pero igual o más hermosos aún. Aprovechando que el Niño Jesús les trajo patines en Navidad, ayer las llevé a un lugar donde recuerdo me llevaron a mi también a patinar y es la plaza de la Iglesia de el pueblo de La Guardia, donde viví mi infancia.
En esta plaza hay una explanada donde hacen eventos, y literalmente, Marcela y Miranda se dieron vida patinando porque solo patinan en la cuadra frente a la casa. Fue un tiempo donde las dejé sin reglas, que patinaran, que corrieran, que gritaran, y ellas felices. Yo me dediqué a disfrutar del paisaje, de verlas jugar, de escucharlas reír sabiendo que todas merecemos más de estos momentos.
Ese día les prometí llevarlas en nuestros ratos libres a cualquier lugar donde puedan patinar, que siempre llevemos los patines en el carro para que aprovechemos esas oportunidades y disfrutar de una sana actividad. Además, estoy súper sorprendida de que aprendieran en un día, pero eso solo significa que les gusta. Nos vemos en la próxima PATINANDO POR MARGARITA 😉
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Siempre es bueno llevar a los niños a recrearse, yo lo hago con mi bebé también. Los niños siempre se alegran mucho con esos momentos. Hermosas las niñas, Dios las cuide❤️
Y también las mamis necesitamos de esos momentos. Además, se durmieron temprano sin tanto problema jeje.
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