Vaya historia, hay de todo para entretenerse y es muy interesante. Antes de la llegada del Siglo XXI viaje mucho por todo mi país. Y me encantaba hacerlo de noche. Me sentía mejor conduciendo de noche y conocí algunos amigos que llevaban periódicos hacia la vía del sur y oriente del país. Siempre escuche cuentos de aparecidas, espantos y accidentes. Espantos que según se le subían a los chóferes y los hacían chocar. Nunca me sucedió nada extraño y fue mucho lo que conduje de noche, por vías solitarias y casi siempre, solo.
Con esto no digo que no sucedan, Ciertamente son reales y agradezco a mi Creador Universal que me mantuvo alejado de algo malo siempre. Hoy día en mi país, conducir de noche es un suicidio, pero no por los espantos, sino por los delincuentes bien vivos pero mucho mas malvados y crueles. Gran publicación. Saludos.