"El que no sabe es como el que no ve", así dice un refrán popular que desde niña he escuchado muchas veces.
Y esa frase se me hizo realidad en mi más reciente visita a la Habana Vieja, un lugar al que siempre me gusta volver atraída por las maravillas arquitectónicas que conservan la cultura de la ciudad. Las leyendas de las calles y edificaciones aún se pueden sentir y sus historias van transmitiéndose con el paso del tiempo.

Este, mi viaje más reciente fue uno de los más relajados. Lo que me permitió además visitar lugares en los que no había estado con anterioridad. Acompañada por un amigo conocedor de los alrededores de esta parte de la capital habanera, íbamos subiendo por la calle Compostela cuándo llegando ambos a lo más alto de una suave colina nos encontramos de frente con la Iglesia del Santo Ángel Custodio. Estábamos frente al lugar conocido como Loma del Ángel.

Y es precisamente por eso que digo que " El que no sabe es como el que no ve" porque si no fuera por las indicaciones de mi amigo hubiera pasado de largo por el lugar sin percatarme de donde me encontraba, ya que esta iglesia es muy conocida por ser una de las ubicaciones donde se desarrolla la historia de una bella y dramática novela que forma parte de las grandes obras de la literatura cubana del siglo XIX escrita por el eminente novelista cubano Cirilo Villaverde y que se titula Cecilia Valdés o La Loma del Ángel. Esta novela es casi la alusión al romance de Romeo y Julieta en las Antillas.

Después de esto no pude evitar entrar y tomar fotos de este hermoso templo que se encuentra ubicado en la calle Compostela e/ Cuarteles y Chacón. Estábamos también frente al lugar donde fueron bautizados José Martí, y Félix Varela dos de las figuras más importantes de la historia y la cultura de Cuba.

El interior de la iglesia es aún más bello, la amplia nave está adornada con las figuras de santos que se encuentran en grandes y coloridos vitrales, y varios altares incluyendo el que guarda al Santo Ángel patrono del lugar. Cada detalle de este recinto refuerza el ambiente místico y religioso.

A la entrada de la iglesia para perpetuar la hermosa historia de ficción, se ubicó una escultura a tamaño natural, fundida en bronce, de Cecilia, la seductora y bella mestiza protagonista de la novela inspirada en este sitio. Frente a la iglesia, en la plazoleta que también lleva el nombre de La Loma del Ángel, hay una cafetería al aire libre y en ese momento había un pequeño grupo de turistas que se diviertan cantando unas canciones de época en una mezcla de lo nacional con lo foráneo.

La Loma del Ángel es un hermoso lugar lleno de símbolos y significados, un lugar romántico y apacible. Yo aún sigo asombrada por la belleza acogedora de esta loma donde se mezclan la realidad con la ficción de una bella historia de amor.

Espero que hayan disfrutado del relato de este histórico lugar y de su historia.