La historia de los mounstros de hielo 🧊

Los monstruos de hielo vivían en las montañas más altas, donde el frío era intenso y el viento soplaba con fuerza. Eran seres enormes, con garras afiladas, colmillos puntiagudos y ojos brillantes. Su piel era de un azul helado, y su pelo era blanco como la nieve. Parecían feroces y temibles, y nadie se atrevía a acercarse a ellos.

Sin embargo, los monstruos de hielo tenían un secreto: eran muy tiernos y bondadosos. Les gustaba jugar entre ellos, hacer muñecos de nieve, deslizarse por las laderas y abrazarse para darse calor. También eran muy curiosos y amables con los otros animales, a los que ayudaban cuando estaban en apuros. Los monstruos de hielo no querían hacer daño a nadie, solo querían vivir en paz y armonía.

Un día, un grupo de exploradores humanos llegó a las montañas, buscando nuevas aventuras y descubrimientos. Al ver a los monstruos de hielo, se asustaron y pensaron que eran enemigos peligrosos. Sin dudarlo, sacaron sus armas y dispararon contra ellos, hiriendo a algunos y haciendo que otros huyeran. Los monstruos de hielo no entendían qué pasaba, y se sintieron tristes y asustados.

Uno de los monstruos de hielo, que se llamaba Nieve, se quedó atrás, escondido tras una roca. Estaba herido en una pata, y no podía moverse. Vio cómo los humanos se acercaban, y temió por su vida. Sin embargo, entre los humanos había una niña, que se llamaba Luna. Ella era diferente a los demás, tenía el pelo negro como la noche, y los ojos verdes como la esperanza. Ella se fijó en Nieve, y sintió compasión por él. Se separó de los demás, y se acercó al monstruo de hielo con cuidado.

• No tengas miedo - le dijo con dulzura -. Yo no te voy a hacer daño. Quiero ayudarte.

Nieve la miró con sorpresa, y vio que en su mirada no había odio ni miedo, sino amor y ternura. Se dejó tocar por ella, y sintió que su dolor se aliviaba. Luna le curó la herida con un pañuelo, y le dio un poco de comida y agua. Nieve le agradeció con un gruñido, y le sonrió con sus grandes colmillos. Luna le devolvió la sonrisa, y le acarició el pelo.

• Eres muy bonito - le dijo -. ¿Cómo te llamas?

• Nieve - respondió el monstruo de hielo con su voz grave.

• Yo me llamo Luna - dijo la niña -. ¿Quieres ser mi amigo?

• Sí - dijo Nieve sin dudar.

Así comenzó una amistad muy especial, entre una niña humana y un monstruo de hielo. Luna le enseñó a Nieve muchas cosas sobre el mundo de los humanos, y Nieve le enseñó a Luna muchas cosas sobre el mundo de los monstruos de hielo. Juntos se divirtieron, se contaron historias, se rieron y se abrazaron. Los demás humanos y los demás monstruos de hielo no entendían su relación, pero ellos no les hicieron caso. Solo se importaban el uno al otro, y se querían mucho.

FIN

( ENGLISH )

The story of the ice monsters 🧊

The ice monsters lived in the highest mountains, where the cold was intense and the wind blew strongly. They were huge beings, with sharp claws, pointed fangs and glowing eyes. Their skin was icy blue, and their fur was white as snow. They looked fierce and fearsome, and no one dared to approach them.

However, the ice monsters had a secret: they were very gentle and kind. They liked to play with each other, make snowmen, slide down the slopes and cuddle for warmth. They were also very curious and kind to other animals, helping them when they were in trouble. The ice monsters did not want to harm anyone, they just wanted to live in peace and harmony.

One day, a group of human explorers came to the mountains, looking for new adventures and discoveries. When they saw the ice monsters, they were frightened and thought they were dangerous enemies. Without hesitation, they drew their weapons and fired at them, wounding some and causing others to flee. The ice monsters did not understand what was happening, and felt sad and scared.

One of the ice monsters, whose name was Snow, stayed behind, hiding behind a rock. He was wounded in one leg, and could not move. He saw the humans approaching, and feared for his life. However, among the humans there was a girl, whose name was Luna. She was different from the others, she had hair as black as night, and eyes as green as hope. She noticed Snow, and felt compassion for him. She separated herself from the others, and approached the ice monster carefully.

• Don't be afraid," she said gently, "I'm not going to hurt you. I want to help you.

Snow looked at her with surprise, and saw that there was no hate or fear in her eyes, but love and tenderness. He let himself be touched by her, and felt his pain ease. Luna dressed his wound with a handkerchief, and gave him some food and water. Snow thanked her with a growl, and smiled at her with his big fangs. Luna smiled back, and stroked his fur.

• You're very pretty," she said, "What's your name?

• Snow," replied the ice monster in his deep voice.

• My name is Luna," said the girl. Do you want to be my friend?

• Yes," said Snow without hesitation.

Thus began a very special friendship, between a human girl and an ice monster. Luna taught Snow many things about the world of humans, and Snow taught Luna many things about the world of ice monsters. Together they had fun, told each other stories, laughed and hugged each other. The other humans and the other ice monsters didn't understand their relationship, but they didn't listen to them. They only cared about each other, and they loved each other very much.

END

GRACIAS POR LEER LA HISTORIA 😊

SHABUE 😊