Dicen que las auroras boreales son el espectáculo más maravilloso e impredecible del mundo y pensé en ti, pensé en lo que vivimos y en qué sin duda tienes esas mismas características, Maravillosa e impredecible. Quise investigar más sobre este fenómeno y mientras más leía más me recordaba a ti, hasta que en un punto de la lectura pensé, ella es mi aurora boreal.
Una aurora boreal se crea cuando las partículas solares chocan con el campo magnético de la tierra, estás partículas tardan en llegar a la tierra entre dos a tres días, son impredecibles. Nadie tiene una ciencia cierta para saber en qué momento el cielo del círculo polar ártico se pueda iluminar.
Con este dato pensé en cuando te vi por primera vez, fuiste impredecible, no te esperaba ni ese día, ni a esa hora, ni en ese lugar pero apareciste como una aurora boreal. Seguí leyendo y encontré otros datos similares a los tuyos y es que son mágicas y también pueden generar un sin fin de emociones al verlas, muchas personas de todo el mundo viajan al círculo polar ártico para ver una de ellas, algunos lo logran y otros no.
Pensé en todo lo que sentí cuando te vi, cuando te abracé y te sentí, también pensé en que posiblemente muchas personas te buscaron, te siguieron y no te encontraron, que dicha poder haberte disfrutado. La última parte de este artículo que leí afirmó mi teoría, pues las auroras pueden durar segundos, minutos y hasta horas pero todo es cuestión de suerte, posiblemente he tenido otras auroras boreales en mi vida, posiblemente también las siga teniendo pero hasta este punto de mi vida fuiste la aurora que más duró.
Quisiera unirme al montón de personas que viajan al círculo polar ártico buscando ver una aurora boreal, pero aunque hay un dicho que dice "el que no busca no encuentra", prefiero seguir caminando con la esperanza que en el momento menos pensado vuelvas a iluminar mi cielo.
Richard Suárez