Continúa... la historia 19 de marzo de 2022

in Freewriters3 years ago

VIAJE EN EL TIEMPO

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—¿Crees que es gracioso? —preguntó furioso, sacudiendo los brazos. No era la primera vez que caía en un charco de lodo, así que sabía exactamente lo que significaba tener que limpiar el desastre.
—Debes reconocer que es cómico verte con el rostro sucio y tu ridículo traje de marinero manchado con fango.
Lo fulminó con la mirada al escucharlo. El arroyo más cercano estaba a varios kilómetros de distancia, además perdería tiempo valioso esperando a que su ropa se seque después de lavarla. Su futuro suegro era muy estricto con la puntualidad y más aún con la limpieza. No pudo contener su frustración, se agachó lentamente y recogió una gran bola de lodo que luego lanzó directo a la boca de su cuñado, mientras este, desprevenido, se reía a carcajadas…

¿Por qué tenía que haber quedado varado en 1950 y en aquel pequeño pueblo? Ni siquiera ese ridículo traje de marinero le pertenecía, la verdad, lo detestaba. Había hecho el salto en el tiempo desde 2047, donde él jamás había tenido siquiera contacto con el lodo. Hubiera podido resolver la ropa sucia en cuestión de segundos si se encontrara en su base, pero sabía lo difícil que era resolver el problema en esta época. Parecía tener un imán para el lodo, o… ¿sería más bien el no estar acostumbrado a esos zapatos de suela de cuero? El uniforme era sólo parte de la identidad que le habían indicado tener en 1950, correspondía a un marinero desaparecido hacía ya 15 años a quien se parecía mucho.

@devania, había sido novia de aquel marinero, a @agreste no le costaba mucho haber aparecido con su impecable uniforme, y ser recibido por los brazos y el llanto de Devania. Devania era una culta mujer de carácter interesante y reposado. Muy diferente a Juan su hermano, quien se divertía sacando a Agreste de sus casillas. Cuando Devania vio por última vez a su novio antes de que desapareciera en el mar, habían acordado que formalizarían la relación en cuanto él regresara y ella lo había esperado 15 años. Agreste no tenía intenciones de fallarle.

Devania seguramente estaba esperando ya, en el salón escogido para el compromiso, impecablemente vestida y peinada. Agreste imaginaba incluso su olor, la imaginaba hojeando las páginas de algún libro, ella adoraba leer y él había tenido la oportunidad de verla ya varias veces. Juan, aunque no le hacía la vida fácil a Agreste, se encargaba de crear las situaciones para que su adorada hermana fuera feliz y Agreste le había agarrado cariño.

—Agreste, ¿por qué hiciste eso? Ahora los dos tenemos que asearnos antes del compromiso, mi padre fijó la reunión familiar dentro de dos horas.
—Pues te toca dejar de reírte y acompañarme al arroyo. Yo no tengo otro uniforme y así no podemos llegar a tu casa.

Emprendieron el camino que los separaba del arroyo, no podían perder más tiempo. Al llegar ambos se quedaron en ropa interior, lavaron lo que llevaban puesto y lo pusieron a secar en las ramas de un árbol seco. El hambre hizo que Juan se alejara un poco en busca de algún fruto, mientras Agreste, preocupado, volteaba la ropa como si fuera a secarse más rápido.

—¿Este pequeño ser es amigo tuyo? —Agreste conocía aquella ruidosa voz.

El General, quien le había encomendado una misión de dos días, hacía ya cuatro meses, lo veía con cara divertida, Juan venía desmayado o sedado, en hombros de un soldado. Agreste, con sus calzoncillos largos de tela, se cuadró sin decir palabra.

—Debes volver a la base con nosotros, un evento en 2080 requiere inmediata atención — Ordenó con evidente preocupación el General, mientras Agreste sólo imaginaba la cara de Devania. No, no podía hacerlo. Sin embargo, dejaron a Juan recostado cerca de la ropa mojada, mientras Agreste con su uniforme en los brazos regresaba obedientemente a la base.

Agreste ya no era el brillante soldado que solía ser, no entendía tampoco por qué no le asignaban nada en 2080, sólo pensaba en Devania con impotencia y se dio a la tarea de investigar sobre ella. La historia contaba que después de la segunda desaparición de su novio, Devania había desaparecido también.

Agreste realizó un nuevo salto en el tiempo, justo a la sala donde sabía que Devania lo esperaba. Él no vestía aquel ajustado traje de marinero, ni los resbaladizos zapatos de suela, ella seguía oliendo a agua de rosas y a vestido almidonado. La llevó a 2045, y aceptaría lo que el General decidiera, sabía las consecuencias de modificar el tiempo. El General los recibió con un abrazo, un hijo de Agreste y Devania sería un personaje importante en los acontecimientos de 2080.

Sort:  

Me he divertido mucho con tu historia, no creo que Devania esperara tanto a un marinero 😂gracias por incluirme en tu relato y por la invitación, buena suerte en el concurso.

jajaja... me alegro que te divirtiera!... yo tampoco esperaría tanto a un marinero... o quizá si?... un abrazo!

Buena tu iniciativa de ambientar tu relato entre viajes del tiempo.

Me gustó cómo arreglaste el final.

Saludos, @r2o