Los colegios privados exigen exigen y exigen y nada mas ver ese sueldo dan ganas de llorar,por lo que cuentas tu esposa ama su trabajo como muchos de nosotros,lo amé y aun sigo siendo docente pero un día dije hasta aquí y solicité mi jubilación. Espero que mejoren muy pronto.Hay que respetarle su vocación hasta que ella decida.Saludos @hlezama desde Margarita.
You are viewing a single comment's thread from:
Así es. Cada profesional debe saber hasta donde puede dar y a quienes puede servir.
El problema es (y esto lo discutimos a diario en casa) que mientras más se fraccione la decisión de no servirle a un régimen hambreador, más y mejor se adapta el régimen y más capacidad de maniobras tiene. La decisión drástica debió haberse dado en masa hace más de 10 años. Con todo y lo radical que podía parecer, el daño hubiera sido infinitamente menor que está muerte lenta.