La Belleza Fría de Remedios [Esp-Eng]

"La Belleza Fría de Remedios"

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En la pequeña aldea de Macondo, vivía una mujer llamada Remedios, conocida por su belleza incomparable. Su piel era como la seda y su cabello dorado caía en cascadas sobre sus hombros. Los hombres de la aldea la adoraban y se peleaban por su atención, pero ella no les prestaba ninguna atención.

Un día, un joven llamado Aureliano llegó a Macondo y vio a Remedios por primera vez. Inmediatamente se enamoró de ella, pero su amor no fue correspondido. Remedios seguía ignorando a todos los hombres de la aldea, incluyendo a Aureliano.

Aureliano no podía soportar la idea de vivir sin Remedios, así que decidió hacer algo radical. En la oscuridad de la noche, se acercó a la casa de Remedios y la secuestró. La llevó a un lugar secreto en las montañas, donde construyó una casa para ella. Allí, Remedios vivía en aislamiento, sin tener contacto con el mundo exterior.

Aureliano se dedicó a cuidar de Remedios, dándole todo lo que necesitaba. La amaba con todo su ser, pero Remedios seguía siendo fría e indiferente. Pasaron los años, y la gente de Macondo se preguntaba qué había sido de Remedios. Algunos creían que había muerto, mientras que otros creían que había huido con un amante desconocido.

Un día, Aureliano recibió una visita inesperada. Era el fantasma de Remedios, que se había aparecido en su sueño. Le dijo que había venido a decirle adiós, porque su tiempo en la tierra había terminado. Aureliano se despertó en un estado de shock y encontró a Remedios muerta en su cama.

Aureliano quedó devastado por la pérdida de Remedios, pero sabía que ella lo había amado en su propia manera fría e indiferente. Se dedicó a construir un monumento en su memoria, que se convirtió en un lugar de peregrinación para los enamorados de todo el mundo.

Con el tiempo, la historia de Remedios se convirtió en una leyenda en Macondo, y la gente hablaba de ella con reverencia y admiración. Aureliano, por su parte, vivió el resto de su vida en soledad, recordando a la mujer que había amado y perdido. Y así, la historia de Remedios se convirtió en una de las más grandes historias de amor en la historia de Macondo.

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"The Cold Beauty of Remedios"

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In the small village of Macondo, there lived a woman named Remedios, known for her incomparable beauty. Her skin was like silk and her golden hair cascaded over her shoulders. The men of the village adored her and fought for her attention, but she paid them no attention.

One day, a young man named Aureliano arrived in Macondo and saw Remedios for the first time. He immediately fell in love with her, but her love was unrequited. Remedios continued to ignore all the men in the village, including Aureliano.

Aureliano couldn't bear the idea of living without Remedios, so he decided to do something radical. In the dead of night, he approached Remedios' house and kidnapped her. He took her to a secret place in the mountains, where he built a house for her. There, Remedios lived in isolation, without having contact with the outside world.

Aureliano dedicated himself to taking care of Remedios, giving him everything he needed. He loved her with all of her being, but Remedios continued to be cold and indifferent. Years passed, and the people of Macondo wondered what had become of Remedios. Some believed that he was dead, while others believed that he had run off with an unknown lover.

One day, Aureliano received an unexpected visitor. It was the ghost of Remedios, who had appeared in his dream. He told her that he had come to say goodbye, because her time on earth was over. Aureliano woke up in a state of shock and found Remedios dead in his bed.

Aureliano was devastated by the loss of Remedios, but he knew that she had loved him in her own cold and indifferent way. He dedicated himself to building a monument in her memory, which became a place of pilgrimage for lovers from all over the world.

Over time, Remedios's story became a legend in Macondo, and her people spoke of her with reverence and admiration. Aureliano, for his part, lived the rest of his life in solitude, remembering the woman he had loved and lost. And so, the story of Remedios became one of the greatest love stories in the history of Macondo.