Camilo se encontraba ante una decisión difícil. No sabía si tomar el camino de la izquierda o el camino de la derecha. Su objetivo era llegar hasta un pequeño pueblito bien apartado en las montañas para visitar a un amigo, pero le habían advertido que los habitantes de la zona eran algo… extraños.

—Oiga amigo —saludó Camilo a un caballero que pasaba por la intersección. El famoso “Oiga” era común para los pobladores y Camilo quiso sonar más amigable al utilizarlo—. ¿Podría indicarme cómo hago para llegar al pueblo de Basileo? No sé si tomar el camino de la izquierda o el de la derecha.

El sujeto se acercó hasta el auto de Camilo.

—Oiga, el de la derecha lo llevará hasta allá, es seguro —respondió el hombre, no sin antes dar un largo vistazo a todo lo que Camilo llevaba dentro del auto.

—Gracias, que tenga un buen día —respondió Camilo y siguió su camino.

Luego de un buen rato sin avistar ningún pueblo en la ruta, Camilo comenzó a inquietarse. Afortunadamente alcanzó a ver a otro sujeto aparejando su burro cerca de una laguna.

—Oiga amigo —saludó Camilo—. ¿Sabe cómo le hago para llegar a Basileo?

El hombre lo miró extrañado, y levantó las manos haciendo un peculiar gesto para decir que era el camino incorrecto.

—¿Vio usted la doble ruta que había atrás, como hace unos cinco kilómetros? —preguntó el hombre.

—Sí, lo vi —respondió Camilo.

—Pues tuvo usted que tomar el camino de la izquierda allí —aseguró el hombre.

Camilo no pudo evitar sorprenderse.

—Pero si alguien me dijo que tomara el de la derecha —replicó Camilo. El hombre negaba con la cabeza.

—Seguro usted le entendió mal, eso pasa —dijo el hombre—, pero no se preocupe, cruce aquí en esta carretera empedrada, y encontrará otra intersección a unos dos kilómetros, allí tome el camino de la izquierda y estará bien.

Camilo miró la curiosa carretera que apenas se distinguía por la espesa maleza. Era una ruta perpendicular al camino principal.

—Agradezco su ayuda, amigo, lo aprecio mucho —respondió Camilo y prosiguió la marcha según la indicación del hombre. Luego murmuró una serie de improperios en contra del primer lugareño que le indicara mal la vía.

Luego de un breve recorrido, encontró la nueva intersección, solo que esta tenía tres vías en lugar de dos. Una a la izquierda, otra a la derecha, y la última, era un camino polvoriento que parecía no llegar a ninguna parte.

Un sujeto estaba al borde de la carretera cavando un hoyo. Camilo quiso asegurarse y lo llamó para preguntarle.

—Oiga, amigo, ¿puedo hacerle una pregunta?

El hombre dejó de cavar y se acercó al vehículo.

—¿Cuál de estas rutas me llevará a Basileo?

El hombre lo miró detenidamente y con una sonrisa le dijo:

—Esta ruta —señaló al camino polvoriento—, esta es la ruta a Basileo.

Camilo estalló sus ojos y abrió la boca sorprendido.

—Yo tenía entendido que era la vía de la izquierda —dijo con reserva.

—No, pues si yo soy de Basileo, vivo allí, y le digo que es por este camino de tierra que usted debe seguir.

Camilo dudó un momento, pero luego se le ocurrió preguntar:

—Ya que usted vive allí, ¿conoce a un sujeto llamado Rigoberto Manduco?

—Oiga, pues claro que sí, es mi compadre. Pero allí le decimos “Bombona”.

Camilo se quedó pensativo. Esta era la tercera indicación contradictoria que escuchaba. Pero finalmente decidió tomar el camino polvoriento para llegar al pueblo que buscaba.

Luego de media hora de viaje, llegó a la entrada de un pueblito cuyo letrero de bienvenida decía: “Bienvenido a Basileo”. Camilo respiró aliviado. Estaba totalmente sorprendido de que, pese a las extrañas indicaciones de los tres hombres que consiguió en su viaje, llegara sin equivocación al pueblo de su amigo.

Esta es mi participación para el proyecto freewrite de @freewritehouse. El tema en el que se basa el escrito es: “Indicación significativa”

Gracias a estos testigos por su apoyo constante y orientación, ustedes merecen un voto de confianza: @guiltyparties @enginewitty @thealliance @c0ff33a

https://t.me/escritosdelatinoromano

Camilo was faced with a difficult decision. He didn't know whether to take the road to the left or the road to the right. His goal was to get to a small, secluded village in the mountains to visit a friend, but he had been warned that the locals were a bit... strange.

-Oiga amigo," Camilo greeted a gentleman passing through the intersection. The famous "Oiga" was common for the villagers and Camilo wanted to sound friendlier by using it. Could you tell me how to get to the town of Basileo? I don't know whether to take the road to the left or to the right.

The guy walked over to Camilo's car.

-Hey, the one on the right will take you there, it's safe," replied the man, but not before taking a long look at everything Camilo had in the car.

-Thank you, have a good day," replied Camilo and continued on his way.

After a long time without seeing any towns on the road, Camilo began to get restless. Fortunately, he caught sight of another man riding his donkey near a lake.

-Hey, friend," Camilo greeted, "do you know how to get to Basileo?

The man looked at him in surprise, and raised his hands in a peculiar gesture to say that it was the wrong way.

-Did you see the double road behind, about five kilometres back? -asked the man.

-Yes, I saw it," replied Camilo.

-Well, you had to take the left road there," said the man.

Camilo couldn't help but be surprised.

-But someone told me to take the one on the right," Camilo replied. The man shook his head.

-Surely you misunderstood him, that happens," said the man, "but don't worry, cross here on this cobblestone road, and you'll find another intersection about two kilometres down the road, then take the road to the left and you'll be fine.

Camilo looked at the curious road that was barely distinguishable through the thick undergrowth. It was a perpendicular route to the main road.

-I appreciate your help, my friend, I appreciate it very much," Camilo replied and continued on as the man directed. Then he muttered a series of expletives against the first villager who pointed out the wrong road.

After a short walk, he found the new intersection, only this one had three lanes instead of two. One on the left, one on the right, and the last was a dusty road that seemed to go nowhere.

A guy was on the side of the road digging a hole. Camilo wanted to make sure and called him over to ask.

-Hey, friend, can I ask you a question?

The man stopped digging and approached the vehicle.

-Which of these routes will take me to Basileo?

The man looked at him carefully and with a smile said:

-This route," he pointed to the dusty road, "this is the route to Basel.

Camillo's eyes widened and his mouth dropped open in surprise.

-I thought it was the road to the left," he said reservedly.

-No, I'm from Basileo, I live there, and I'm telling you that it's this dirt road that you should follow.

Camillo hesitated for a moment, but then it occurred to him to ask:

-Since you live there, do you know a guy called Rigoberto Manduco?

-Of course I do, he's my compadre. But over there we call him "Bombona".

Camilo remained thoughtful. This was the third contradictory indication he had heard. But finally he decided to take the dusty road to get to the village he was looking for.

After half an hour's drive, he arrived at the entrance of a small village whose welcome sign read: "Welcome to Basileo". Camilo breathed a sigh of relief. He was totally surprised that, despite the strange directions of the three men he had met on his journey, he had arrived in his friend's village without a mistake.

This is my entry for @freewritehouse's freewrite project. The theme on which the entry is based is: "Significant Indication".

Thanks to these witnesses for their constant support and guidance, you deserve a vote of confidence: @guiltyparties @enginewitty @thealliance @c0ff33a

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