En ese momento vino a mi mente, que más nadie que yo le conocía, ese espíritu guerrero, que iba hacia adelante sin temor. En ese tiempo, en que se desempeñaba como atleta, su cuerpo físico, estaba coordinado con su determinación mental de ganar, de ir en búsqueda del triunfo siempre. Así obtuvo grandes logros en su carrera deportiva.
Mi amiga, combinaba su carrera deportiva con sus estudios de Publicidad. Ya que cuando regresaba de sus viajes al exterior, debía realizar los exámenes que perdía durante el tiempo que estaba ausente. Nunca reprobó materia y se graduó con honores en la universidad.
Pero aunque era una atleta muy exitosa, y obtuvo muchos triunfos para su país, no recibió la ayuda que se merecía porque, de manera incongruente, el estado no le daba ayuda a los atletas que no fueran juveniles, aunque hubieran logrado los triunfos que fueran, y ella había comenzado ya sobrepasando la edad juvenil.
Pero aun así, su deseo de salir adelante, siempre estuvo por encima de todos los obstáculos, que pudieran presentarse.
Y pese a todo, ella, logró montar una tienda de aromaterapia con el producto de los premios que había ganado en las competencias. Y así pudo salir adelante con la ayuda de su mejor amiga, que la apoyaba en su negocio.
Cuando ella me comentó lo que sentía, pude darme cuenta de que hay momentos en la vida en que te sientes sustentada por lo que tienes en la parte material, y muy pocas veces sientes esa sensación de vacío, de desánimo, mientras todo te está saliendo bien, y aunque puedan presentarse algunas dificultades en lo que sea que estés haciendo, tienes la fuerza interna para aguantar, seguir adelante y cuando resuelves, lo recuerdas como “gajes del oficio” y continuas…
Pero cuando pierdes todo, lo que antes te sustentaba en la parte material, como le sucedió a mi amiga. Que perdió su negocio por la situación política y económica de Venezuela, donde muchos negocios se fueron a la quiebra incluyendo el de ella. Agravándose todo, por la restricciones por la Plan-demia.
Entonces te encuentras que no tienes un pilar de donde asirte, no tienes una base donde afincarte. Ves que tu medio de sustento se esfumó, y se volvió nada… Lo único que pude decirle a mi amiga, es que la comprendía y que, era esa circunstancia, lo que hacía que se sintiera de esa manera…y que eso era lo que estaba apagando a esa mujer fuerte que ella conoció…
También me sucedió a mí porque yo soy esa amiga…Yo lo viví a su lado…Quedamos sin un céntimo en nuestras cuentas bancarias…Y nosotras solo dependíamos de nosotras y de nadie más…
En ese momento me di cuenta de que debíamos conectarnos con el único que podía sustentarnos…Sentí que debíamos tomar su mano y asirnos fuertemente a Él…
Sentí que debíamos entregar toda nuestra incertidumbre, toda nuestras cuentas, todo lo que se nos había arrebatado de las manos, todo nuestro esfuerzo, debíamos entregárselo a Ese ser Divino, que es la Fuente que creó todo lo que es y Todo lo que existe, para que él se encargara de equilibrar en nuestras vidas, todo aquello que ya no lo estaba.
Solo ÉL, puede darnos la fuerza que necesitamos para levantarnos, y seguir adelante.

Porque afuera sencillamente no hay nada, materialmente hemos perdido todo aquello con lo que nos sustentábamos.
Es probable que todo esto ocurriera por una buena razón, no lo sabemos, quizás para darnos cuenta de que todo es efímero, de que todo lo que tenemos solo proviene de la Fuente Creadora. Estoy convencida de que detrás de todo lo aparentemente malo, hay un bien oculto, solo pido fortaleza, entereza y fe, para confiar en que todo va a estar bien… Pido también la sabiduría para encontrar el aprendizaje implícito, en toda esta situación difícil, porque sé que solo así podremos avanzar…
Aún nuestro barco, está librando la marea, pero estoy segura que, con la mano de Dios Luz, llegaremos a puerto seguro…
Después de haber tenido esa conversación, he visto a mi amiga cambiada, noto como que una luz se hubiera reanimado dentro de ella. Me comentó que así se sentía, que esa guerrera que antes fue, estaba renaciendo de nuevo y eso me hace inmensamente feliz...