Hola amigos de #Hive, la Historia Original de hoy en forma de “Retahíla”, con palabras extrañas, o muy poco usadas, inician con la letra D. Al final les colocaré el mismo relato, resaltando el significado de cada una de éstas extrañas palabras, en forma de “Prosa”.

Espero que disfruten, tanto como yo, del maravilloso mundo del Vocabulario Español.

DALIA Y DANTE.

Un día Dante, un hombre dechado, despabilado, algo díscolo y con mucho donaire, se arregló tanto que parecía un dandy, pero no quería dar la impresión de estar desmanguillado. Se armó de denuedo para ir a saludar a Dalia, una damisela, muy afable y cortés.

Ella estaba en su casa arreglando el desbarajuste que tenía en el cobertizo, pues la brisa le había descachalandrado la diadema que tenía en el dintel con un hermoso diostedé en el centro. Tomó un dosel y un pedazo de dril para poder domeñarlo porque era dúctil.

Dante se presentó ante Dalia con una dádiva. Una damajuana, diáfana, decorada con un damasco en forma de dédalo.

Dante: Creo que llegué a deshora. No quiero ser denodado, pero te traje éste obsequio.

Dalia: La verdad no pretendo desairar tu intensión, pero no debiste dilapidar tu dinero en eso.

Dante: Estoy en disidencia. ¿Acaso no es de tu agrado?.

Dalia: Si me agrada. Pero eso es algo deleznable. Con tanta brisa en cualquier momento estará desguañangado por todos lados. Fíjate en todo éste desastre.

Dante: Te depreco, por favor, que aceptes mi dádiva. Puede ser algo desaforado, pero no me pesa desasirme para deleitarte como te lo mereces. No quiero que deliberes que tengo desaprensión o que soy un descastado.

Dalia aceptó la dádiva que le había llevado Dante. Se sentaron en el porche a departir un rato, mientras disfrutaban de un rico postre que ella había dispuesto para la merienda.

FIN

DALIA Y DANTE.

Un día Dante, un hombre ejemplar, listo, algo rebelde y con mucha gracia, se arregló tanto que parecía un elegante exagerado, pero no quería dar la impresión de estar en la miseria. Se armó de valentía para ir a saludar a Dalia, una mujer soltera y joven, muy afable y cortés.

Ella estaba en su casa arreglando el desorden que tenía en el cobertizo, pues la brisa le había estropeado la corona que tenía en la parte superior de la puerta con un hermoso Tucán en el centro. Tomó un tapiz colgante y un pedazo de tela de hilo o algodón crudo para poder sujetarlo porque era de fácil manejo.

Dante se presentó ante Dalia con un regalo. Una botella grande de cristal, envuelta en caña o mimbre, transparente, decorada con una tela con dibujos tejidos del mismo color en forma de laberinto.

Dante: Creo que llegué en momento inoportuno. No quiero ser intrépido, pero te traje éste obsequio.

Dalia: La verdad no pretendo menospreciar tu intensión, pero no debiste malgastar tu dinero en eso.

Dante: Estoy en desacuerdo. ¿Acaso no es de tu agrado?.

Dalia: Si me agrada. Pero eso es algo fácil de romperse. Con tanta brisa en cualquier momento estará roto por todos lados. Fíjate en toda ésta ruina.

Dante: Te suplico, por favor, que aceptes mi regalo. Puede ser algo excesivo, pero no me pesa desprenderme de algo para deleitarte como te lo mereces. No quiero que pienses que tengo falta de delicadeza o que soy un ingrato.

Dalia aceptó el regalo que le había llevado Dante. Se sentaron en el porche a conversar un rato, mientras disfrutaban de un rico postre que ella había preparado para la merienda.

FIN

Disfruta de la Serie Completa:

| Sasa y su Séquito | La Taberna de Tete |
| Don Bonifacio y sus Boludeces | Asombroso Ajíaco |
| Doña Chole está Chaveta | Zutano, el Zaramullo |
| Quinia, La Quedada | Frank, El Fregón |
| Jara, una Jabata muy Jactanciosa | Helio, El Harapiento |
| Gaudencio, El Guachimán | Camilo, El Caco |

Hasta la próxima historia.

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