22 January 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2625: speed control ▶https://ecency.com/category/@daily.prompt/22-january-2025-mariannewests-freewrite-writing-prompt-day-2625-speed-control

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Control de Velocidad

La noche calurosa se había convertido en un martirio para Jorge y Ana, discutiendo más acaloradamente que el propio verano. Las palabras que empezaron como un simple desacuerdo sobre si ir o no a casa de los suegros de Jorge se convirtieron en dagas que volaban a ambos lados de la discusión. La paciencia de ambos se escapaba como arena en un reloj, la situación se les había ido de las manos. Jorge, que nunca en su vida había tenido paciencia, incapaz de controlar su ira, salió disparado por la puerta hecho una furia y, de un manotazo, tomó las llaves del auto.

Arrancó el motor con un rugido que resonó en toda la calle, dejando a Ana completamente sola. Jorge era un león liberado de su jaula. Con cada kilómetro que dejaba atrás, aceleraba aún más y más. Hasta el fondo, pensaba. El aire entrando a toda velocidad por la ventanilla llenaba el coche con un zumbido como si mil abejas volaran en su cerebro. Pero ni ese aire lograba calmar el infierno que ardía en su cerebro, que recorría sus manos hasta el timón.

Ciego por las emociones y la ira, Jorge no vio, no se dio cuenta, o si lo hizo, fue demasiado tarde. Con la velocidad aumentaba el peligro. Torbellinos de frustración, enojo y más ira, más y más velocidad, hasta el fondo, más velocidad. La curva, ahí estaba, y junto a la curva, su destino. El auto salió de la carretera, voló por el barranco, quizá con el tiempo suficiente para que Jorge pudiera conocer de antemano el fatal destino, el trágico accidente. Jorge pensó en los segundos antes de cerrar los ojos: siempre fui más veloz que sabio, en la carretera y en la vida.

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Speed Control

The hot night had turned into a torment for Jorge and Ana, arguing more heatedly than the summer itself. The words that started as a simple disagreement over whether to go to Jorge's in-laws' house turned into daggers flying on both sides of the argument. Their patience was slipping away like sand in an hourglass; the situation had gotten out of hand. Jorge, who had never been patient in his life, unable to control his anger, stormed out the door in a fury, and with a swipe, took the car keys.

He started the engine with a roar that echoed through the entire street, leaving Ana completely alone. Jorge was a lion freed from his cage. With each kilometer he left behind, he accelerated more and more. To the limit, he thought. The air rushing in through the window filled the car with a buzzing sound as if a thousand bees were flying in his brain. But even that air couldn't calm the inferno that burned in his brain, running down his arms to the steering wheel.

Blinded by emotions and anger, Jorge didn't see, or if he did, it was too late. With the speed increasing, so did the danger. Whirlwinds of frustration, anger, and more rage, more and more speed, to the limit, more speed. The curve was there, and along with the curve, his destiny. The car went off the road, flew over the ravine, perhaps with just enough time for Jorge to realize his fatal fate, the tragic accident. In the seconds before closing his eyes, Jorge thought, I was always faster than wise, on the road and in life.