Hace más de un año quería ir a Grace Lab. Vi a una amiga y compañera de clases publicar sobre éste lugar, su nombre es Ana Teresa (ella es una gran vloggera en Instagram). Desde ése momento, Grace Lab me llamó aún más la atención, aunque ya sabía del sitio por posts que vi anteriormente. En ésta pastelería y cafetería se maneja el concepto francés.

Fui acompañado con mi tío, su esposa, su hija y mi hermano menor. Habíamos almorzado anteriormente en otro sitio y decidimos ir a éste lugar, fue una promesa que había hecho con ellos hace tiempo cuando fuimos a tomar café en Baguette.

Lo primero que llama la atención de Grace Lab es su entrada. Es un sitio realmente pequeño, pero diseñado de una manera encantadora. Predomina el color rosa en el local. Además, su logo es muy minimalista y encantador. Me encantó leer la siguiente frase en la vidriera: Laboratorio de Pastelería.

Algo que noté rápidamente es que Grace Lab posee varios reconocimientos o premiaciones. Fue la segunda mejor pastelería y cafetería de la ciudad del Estado Lara en el concurso el As del Postre. Gracias a esto le dieron una placa conmemorativa que dice: As de plata. Tomé una fotografía de ella.

No puedo negar que te llama demasiado la atención el hecho de que los exteriores y el interior de Grace Lab se pueden visualizar desde cualquier posición. Pocas pastelerías y cafeterías están diseñadas de esta manera.

Al estar adentro de Grace Lab lo primero que notas es que todo es de color rosado, incluso los trabajadores tenían un delantal del mismo color. Todo fue desarrollado minuciosamente. La decoración y el diseño te cautivan, son colores pasteles que resaltan muy bien en un espacio reducido y encantador.

Incluso la máquina con la que hacen el café es demasiado pequeña. Detalles que se ven geniales y te encantan. Me gustó mucho la manera en la que alinearon las lámparas y pensaron en los elementos decorativos y legales (hasta la cartelera de permisos está muy bien diseñada).

En el mismo interior del local hay un mueble de color rosa y un mural con imágenes de París. Entre ellos destaca la Torre Eiffel, que es un sitio perfecto para una buena y maravillosa fotografía. Además, la vista desde ahí es muy agradable. Yo me senté allí y ordené desde ése sitio.

Grace Lab no posee menú impreso y tampoco por QR, su menú está directamente en su Instagram (me pareció un poco extraño esto). Tuve que meterme directamente en su perfil y dirigirme a la sección del menú. En Instagram los puedes encontrar como @gracelabpasteleria.

La esposa de mi tio, su hija y yo pedimos café Latte. Queríamos pedir cafés helados, pero lamentablemente ése día no tenían disponibles. El vendedor me ofreció una disculpa por eso. En el caso de mi hermano, ordenó un Moccacino y mi tío un café Ristreto. Todos los cafés, según el mesero, eran pequeños (cuando los colocó en la mesa no me pareció de ése modo).

Para acompañar los cafés pedimos galletas pequeñas de chocolate, de chispas de chocolate y de red velvet. También pedimos mini croissants rellenos de Nutella. En el caso de mi hermano, ordenó un croissant grande relleno de pistacho, pero lo pidió para llevar (éste valía 6 USD).

Las galletas eran una locura, las mejores eran las de red velvet que tenían chocolate blanco en su interior. Su sabor era tan fresco y delicioso que maravillaba. En el caso de los mini croissants, su textura era impactante. Al morderlos, el sabor se mantenía en la boca. El relleno de Nutella que tenían hacía que fueran aún más deliciosos.

Yo disfruté todo esto en una pequeña mesa que hacía la experiencia única y muy aesthetic. Un momento foodie y coffee único.

No puedo dejar pasar que la decoración en el café era impresionante, sutil y elegante. Ciertamente, el joven que nos atendió expreso muy bien su talento al prepararlos y servirlos. Un corazón para cada uno, ja, ja, ja.

Ordené para llevar un Kouing Amann relleno con crema de pistacho. Una locura llena de sabores, era demasiado rico (claro, lo comí en mi casa al día siguiente).

Grace Lab es un lugar maravilloso que te hará sentir una experiencia única en la ciudad de Barquisimeto. No hay un lugar que ofrezca tanta sutileza y amor por la pastelería. Comer sus postres franceses y galletas acompañadas de un buen café es lo más genial que podrás experimentar.

Ahora bien, ¿cuánto pagué por todo lo que comimos? Pagué en total 31 USD o HBD en moneda de curso legal venezolana. En éste lugar aceptan pagos a través de Binance, pero pregunté esto luego de generar mi orden P2P. Recomiendo que preguntes siempre antes de pagar.

Fue una cuenta razonable, ya que éramos 5 personas; los cafés costaron 2.5 dólares cada uno, Kouing Amann 7 dólares, el croissant grande relleno de pistacho de mi hermano costó 6 dólares y el resto de galletas y mini croissants terminó dando los 31 USD o HBD. ¿Caro? No, podría situarse de ése modo, pero el lugar y la experiencia familiar valen la pena. Por eso te recomiendo ir.

Contenido original de @neruel. Todos los derechos reservados ©, 2024. Imágenes: Samsung Galaxy A50. Traducción: DeepL.