Cada ser humano tiene gustos complejos, digo complejos; porqué ningún ser humano es igual a otro. Lo cierto, es que existe un gusto propio por el sabor de cada cosa que probamos. En mi caso es el café.

Venezuela, desde su historia colonial hasta la republicana, ha estado ligada al cultivo de café. El país tiene más de 400 marcas de diferentes de cafés hechos por venezolanos. El cultivo quizás ha visto bajas drásticas en años precedentes, pero se ha mantenido y enfrentado grandes crisis.

En mi país es usual tomar café en la mañana o en las tardes en familia. Si una visita llega a una casa, lo primero que se sirve es café y se acompaña con un trozo de pan. Ésa es nuestra cultura e identidad. No importa el estatus social, la raza o el origen de la persona. Las puertas siempre estarán abiertas y serán acompañadas con una buena taza de café.

Cada marca forma parte de la identidad de lo que somos y desde que sentimos su sabor forma parte de nuestra vida. La identidad de ser venezolano no es solamente una expresión descrita por la hegemonía de la increíble naturaleza de nuestro país, sino por lo que también se ha construido por cada persona que ama y cree que somos más que una nación rentista.

La realidad es que cada una de estas marcas las he probado y me han acompañado desde que soy pequeño. Recuerdo que uno de los cafés de mayor preferencia hace 16 años era el Café Fama de América. Es uno de los que más compro y tomo en la actualidad. Durante la gran crisis de 2012 a 2022, éste café desapareció prácticamente de los anaqueles, pero ahora se puede conseguir.

El Café Fama de América es parte de nuestra identidad y hace recordar los mejores momentos de Venezuela. No había familias divididas y era normal que se tomara una taza de éste café una vez al día. Más que cultura, es un producto que ha acompañado a muchas familias. La marca tiene orígenes desde 1887, fue expropiada lamentablemente, pero no sé bajo qué administración se encuentra en éste momento.

Café Fama de América es uno de los más deliciosos que existen en Venezuela. Posee un sabor suave, y que no sobrepasa los límites. Su sabor es muy equilibrado y rico. Además, como he mencionado en la actualidad, es uno de los que más compro y siempre debe haber un empaque en casa.

El segundo café que también formó parte de mi infancia y de la identidad de ser venezolano es Café Madrid. La identidad de éste café resalta por los colores de su empaque: Amarillo, rojo y marrón. Es uno de los principales cafés que se envasaron al vacío en el país, y posee una alta calidad. Lamentablemente, la historia de la empresa de éste café pasó las mismas circunstancias que Fama de América y fue expropiada.

Éste café ha mantenido su calidad, pero también desapareció de los anaqueles en la gran crisis de 2012 a 2022. Ahora se puede encontrar y disfrutar. Las etiquetas invasivas se han ido y el café se conserva con su misma identidad de marca de hace 17 años. Café Madrid, al igual que Fama de América, era uno de los productos que siempre estaban en casa. Ahora suelo tener un empaque en mi despensa y trato de mantener esa identidad. Más allá de lo que existe detrás de su elaboración.

Un gran amigo que me acompañó desde 2019 fue el Café Amanecer. Al principio sentía muchas dudas si comprarlo, pero después se convirtió en uno de los productos que más deleitaba. En la actualidad me cuesta comprar éste café debido a que me da dolores de cabeza después de tomarlo. La razón no la sé, pero algunos de mis familiares me han comentado que han pasado por la misma situación.

Café amanecer es muy rico, sobre todo si lo preparas con leche líquida. Suelo también comprar un paquete, sin embargo, no lo tomo todos los días. Mi gusto por éste café va más allá de lo normal. Es el que me acompañó en momentos de reflexión, felicidad y tristeza.

El último café que saldrá de esta lista es el Arauca. Irónicamente, éste posee uno de los nombres de los ríos más importantes de Venezuela y divide la frontera entre mi país y Colombia. Éste café lo compré y tomé por una recomendación; sin embargo, no es lo que me esperaba. Es un café muy suave y sutil. No es para nada lo mío.

El café Arauca es un tipo de café suave que no va conmigo igual que el Peñón. Posee un sabor muy suave. Para mí el café debe oler a café fuerte, perdona la reiteración. El olor del café te debe embriagar y hacerte sentir maravillado por él. Los primeros tres poseen esa particularidad café Arauca es un poco diferente, es más sutil.

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