Ulises Flores
27/04/2020
Apreciado Hiveans
En las ciencias ambientales se conoce como degradación ambiental a las acciones antropógenas, cuya capacidad tengan la intensidad de cambiar, modificar o destruir un espacio natural cualquiera; se comprende que es todo daño cometido contra la naturaleza, sin importar el propósito que justifique su causa.
Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay
En su inteligente formación y configuración, la naturaleza integró el componente de resiliente para sobreponerse a estas perturbaciones de origen natural y las generadas por el hombre (antropógenas). Entonces, en ¿qué consiste este proceso natural que activa la madre Tierra para sanar de los daños sufridos?
Resiliencia ambiental
El término resiliencia no solo se aplica actualmente al componente ambiental, desde la década del 50 y 60 del pasado siglo, se incorporó al campo de la ingeniería mecánica y luego a la psicología clínica; hoy en día es empleado en la mayoría de las áreas del quehacer científico, social y cultural. Lo importante es que mantiene su esencia contextual y orgánica.
La resiliencia ambiental es la inteligencia de la naturaleza en la activación de un mecanismo de restauración orgánico en el que intervienen múltiples factores y elementos de la naturaleza para devolver las características y condiciones originales a un determinado ecosistema. En términos generales y sin tecnicismos esto es resiliencia ambiental.
Imagen de DarkWorkX en Pixabay
Los frecuentes avistamientos de especies de la fauna silvestre e incluso vegetación acuática y continental en varios lugares que se consideran grandes asentamientos humanos donde las actividades urbanas e industriales orientan la dinámica de vida, son indicadores indiscutibles de una activación de resiliencia ambiental.
El ruido, luz artificial, vibración, emisión de efluentes (desechos) líquidos y gaseosos, parque automotor, tráfico aéreo, marítimo y ferroviario, entre muchas otras actividades, son fuentes principales de contaminación y degradación que han ido progresiva y paulatinamente modificando y destruyendo total o parcialmente importantes hábitat. Al entrar la humanidad en un estado obligado de recesión a nivel mundial, la vida y procesos biogeoquímicos han encendido el botón de restauración ambiental y ecológica.
¿Qué debemos hacer?
Esta es una pregunta fácil de contestar, pero difícil de concretar. Lo que estoy compartiendo aquí no es un secreto de Estado, menos una panacea aplicable a nivel global para solucionar en parte, el problema del calentamiento global y sus perjudiciales consecuencias. Sin embargo, si es un aliento expresivo que seguro va a poner a reflexionar a más de un lector y él profundizará en la temática para comprender mejor la situación y elevar voces de llamado a un cambio de consciencia y de paradigma de desarrollo económico y social.
Lo cierto es que todos somos responsables, con el solo hecho de existir y poblar este planeta, ya estamos comprometidos con su conservación y protección. El modelo de vida basado en el exagerado consumo de recursos que son extraídos sin las técnicas, tecnología, procedimientos y tiempos adecuados, ha dicho por sí mismo que no es el idóneo para sostener el estilo y ritmo de vida mundial. Cada vez son más los ríos, lagos y mares que se contaminan y degradan con propósitos destructivos de obtener minerales, recursos energéticos y alimentos.
El COVID-19 es un mortífero virus que en pocos días asfixia al paciente y lo priva de respirar mientras lo ahoga en sus mismos líquidos. Es perturbadora la comparación, pero el deletéreo paradigma de desarrollo que se empezó aplicar desde 1865 con la llamada Revolución Industrial en Inglaterra y que luego se expandió por Europa hasta llegar a los países que ellos mismos colonizaron, se intensificó con la modernización y uso de los combustibles fósiles a base de petróleo y gas; hoy pasan factura y son parecidos al COVID-19 porque vienen asfixiando la Tierra en muy poco tiempo, si tomamos en consideración sus 4.600 millones años de formada y solo 1.100 millones de años con biosfera.
Consideraciones finales
Hemos tenido suficiente tiempo para reflexionar sobre nuestro propósito en la vida, las relaciones familiares y con nuestros círculos de amigos, proyectos académicos y emprendimientos, entre muchos otros aspectos; ahora, podríamos reflexionar acerca de nuestra relación con el medio ambiente y en qué podríamos contribuir desde nuestro espacio y con los recursos disponibles para promover la activación del mecanismo de resiliencia ambiental. Estoy seguro que podemos hacer muchas cosas para contribuir a la conservación y protección ambiental en el entorno de influencia que hagamos vida.
Yo estoy haciendo un pequeño aporte a través de este contenido, tú podrías dedicar un escrito o buen comentario, grupo de chat o simplemente clasificar y dispensar adecuadamente los desechos del hogar de acuerdo a su composición. Eres libre de tomar la iniciativa que consideres mejor para sembrar una consciencia ecológica en la sociedad.
Referencias
- La Restauración Ecológica es clave para la recuperación de ecosistemas degradados Link
- Resiliencia: ¿cuánto puede aguantar la naturaleza? Link
- Un paseo por la resiliencia Link
Gracias por compartir tu contenido con la comunidad de El Arca Delegate 25 HP Delegate 50 HP Delegate 100 HP Delegate 250HP Delegate 500HP (@elarca), el mismo ha sido votado por nuestra iniciativa de curación artística @stellae. Si deseas puedes delegar HP al proyecto:
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