Hoy, les quiero comentar acerca de este tema, y sé que algunos de ustedes ya han pasado por él en algún momento de sus vidas; un tema, que he tratado durante estos dos últimos años con un poco de desinterés, y no precisamente porque no sea importante, sino que al hacerlo me duele en lo más profundo de mi corazón.
Recordando momentos
Al sumergirme en mis pensamientos y recordar tiempos pasados, esto me hace revivir mis momentos realmente extraordinarios y grandiosos; así como también aquellos que son tristes y dolorosos. Sin embargo una de las cosas que más recuerdo es que durante mi niñez viví ratos muy alegres llenos de travesuras que a veces comparto con mi familia, anécdotas que incluso nos causan mucha risa; me imagino que te pasa igual ¡verdad!; También recuerdo esos momentos en que todos reíamos por los chistes de Mamá, recuerdo la forma ten peculiar que tenía de llamarle la atención a sus nietos; y esas ocasiones cuando se molestaba y hacía sus gestos y muecas graciosos. Pero lo más hermoso de esos recuerdos, es que en todos ellos está mi Madre, ella era única ¡Tan bella!
No sé cuántos de ustedes han transitado por el camino del dolor por la pérdida de un ser querido, es muy probable que haya sucedido hace mucho tiempo o quizás estés atravesándolo en este preciso momento, de ser así: Te entiendo! Porque ya he pasado por ese camino varias veces, y en cada oportunidad las afiladas espinas que se entretejen a lo largo de ese sendero han herido mi corazón. Y ¿Qué te puedo decir, que es fácil? De ninguna manera.
Cosas que pasan...
Hoy, es uno de esos días en que, sin darme cuánta llegan esos pensamientos que me perturban el alma y desearía poder retroceder el tiempo, y que todo volviera a ser igual de cuando ellos estaban vivos a mi lado, pero la realidad es que ya no están. Y no importa cuánto tiempo pase, ni las personas que te rodeen, ni las metas que logres, siempre en algún momento los vas a extrañar.
Le doy gracias a Jehová Dios, que me ha ayudado a sobrellevar cada situación con valor, aunque si les soy sincera, muchas veces he querido llorar hasta quedar sin fuerzas, pero cuando pienso que ellos están en un lugar de descanso y que no están atravesando por esta situación actual, digo: ¡Gracias Señor porque TU eres bueno!. A veces creemos que somos muy fuertes pero en realidad somos frágiles y sensibles; y si no demostramos frente a los demás el dolor que sentimos, es para no preocuparlos.
Pero la dura realidad es que, mientras comparto estás líneas con ustedes no puedo evitar recordar a mi Madre, mucho menos contener las lágrimas que resbalan por mis mejillas, y es que, de verdad extraño su presencia.
Si piensas que ya nada es igual sin los seres queridos que ya han partido de este mundo, te comprendo, porque en verdad no lo es. Pero ¿ Sabes qué? aún con todo el dolor que a veces aflora en mi alma, agradezco a Dios primeramente, a mi familia, mis hijos y mis nietas porque cada día me devuelven una razón para seguir adelante.
Te invito a que coloques la mano en tu corazón y cierres tus ojos y digas en voz baja: ¡Gracias querido Dios, por las fuerzas que me das para seguir adelante, por la paz que le das a mi alma y por tu amor que satura todo mi ser; llena mi vida de Ti, ¡Ayúdame! te lo pido con todo mi corazón! Amén.
Me despido de ustedes hasta otra oportunidad con esta cita Bíblica del libro 1ra. de Corintios, Capítulo 13.
- Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
- Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
- Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
- El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
- no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
- no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
- Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
- El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
- Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
- mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
- Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
- Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
- Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.