Un domingo de hospital

Y tuve qué ir a nebulizarme, tres días con una tos intermitente y la humedad con frío hizo de las suyas.

Un poco de mi historia éste día domingo después de Navidad.

Lo malo es qué estamos en la sexta ola de covid y seguimos nadando, cuándo ya se estaba permitiendo en España no usar tapa bocas al aire libre, volvemos a estar en alerta.

Mí hija me trajo en metro, una sola parada al hospital 12 de Octubre es un gran edificio, mí hija dice qué hay uno que parece una ciudad hospitalaria.
Entramos en emergencia y nos preguntan la causa. Me indican qué afuera hay un tráiler dónde hacen la prueba de antígeno y una enfermera nos lleva hasta allá, había una larga cola para realizar la prueba, pero los qué venían para emergencias pasaban bastante rápido. Mí prueba en 10 minutos dió negativa. Vi a otras personas qué les indicaba la enfermera qué eran positivos qué tomarán paracetamol 10 días, derechos para su casa y qué no salieran.

Las salas de atención estaban muy llenas, mi área indicaba covid, había espacios de separación y ventanas algo abiertas estaba lloviendo mucho.

Cómo a las tres los doctores se fueron a comer y todo se detuvo, los pacientes lo notaron y se quejaban, pero no había entrado el otro turno de doctores. Los doctores tienen que comer... y tienen toda la razón pero estaban full de gente enferma, un domingo y con el virus encima y con falta de personal.

Mi hora de entrada 1 y 30 de la tarde, lo sé por los mensajes con mí hija qué estaba afuera y me hicieron la radiografía como a las 5 de la tarde, para qué tengan una idea de lo lleno qué estaba.

Todo el mundo tosía allí. Yo sólo pensaba qué tendría qué lavar la ropa qué tenía puesta en lo qué llegará y bañarme.

A medida qué los iban revisando venía un enfermero con su resultados y si tenía covid las mismas indicaciones qué escuché afuera.

Yo sólo quería poder respirar mejor.

Como a las 6 por fin me vió una doctora las placas están limpias me dijo, me hizo varias preguntas y luego me ausculto escucho el pitico al respirar y me indicó qué había que nebulizarme.

Me volví a sentar en la sala y me llamaron como a las siete para una prueba de PCR, ésa se la estaban haciendo a todos aunque afuera hicieron antígeno qué es una prueba rápida, la PCR dura dos horas los resultados, ese palito en la nariz si es molesto.

Me vuelve a llamar la doctora cómo a las 8 PM y va a auscultarme, le comento qué todavía no me han nebulizado. Sale corriendo dónde las enfermeras ... está paciente todavía no le han puesto el tratamiento.

Aunque ha bajado el número de pacientes en sala, siguen entrando nuevos.

Mí tratamiento llega me preguntan si se aplicarlo, le digo qué sí.

Otra 45 minutos más y vuelven a llamarme la doctora, dice qué se escucha mejor pero ese pitico sigue escuchandose. Me va a indicar una inyección de prednisona y unas pastillas también. Me dice qué con eso la inflamación y molestias debo mejorar y qué me ponga en contacto con mí médico de cabecera para control.

Salí de allí eran las 10 de la noche y seguía lloviznando. Mí hija me esperaba al salir, se había regresado al apartamento a darle de comer al perro porqué tardaban mucho en atenderme. Estaba en contacto permanente con ella por el móvil qué luego limpie con alcohol.

No me puedo quejar fuí atendida, mis medicinas me fueron entregadas , pero muchas veces los médicos están cansados por esas guardias y sin embargo se mantienen a la altura.

Debemos ser conscientes qué son seres humanos y qué también se agotan.

Al fin mí hijo me enseñó a realizar un gifs con mis fotos, todavía tengo qué practicar más, pero fué algo divertido para matar un rato de tiempo.

Todas las fotografías tienen marca de agua y fueron tomadas con mí móvil Realme 5 pro