Hello, dear friends of this wonderful community! I hope you are all doing well and that the Christmas spirit is already filling your homes with joy, lights, warm hugs, and good wishes. This time of year always invites us to reflect, give thanks, and share, and today I want to tell you about an experience that touched my heart and reminded me how important it is to take care of our health… and those around us.
A few days ago, I received a Christmas surprise that left me with a smile on my face and a heart full of gratitude. The Vitality unit made a lovely gesture for its entire team: they sent patients and employees a beautiful tin of Christmas cookies, the kind that transported you back to childhood just by opening the lid and smelling the aroma of butter and cinnamon.
But that wasn't all. Through a WhatsApp message, they invited us to enjoy a session of IV therapy, an intravenous treatment with vitamins and minerals designed to strengthen the immune system. These days, when colds and aches and pains are so common, this gesture couldn't have come at a better time. I was just recovering from a virus that had left me quite exhausted, so it was like a gift from heaven.
From the moment I arrived, I felt welcomed, and the atmosphere was warm and relaxing, with soft background music and a delicious aroma that enveloped you as soon as you walked through the door. The nurses greeted us with a smile and such dedicated attention that, honestly, I felt like I was in a little Christmas spa.
The IV therapy session was wonderful. I received a multivitamin cocktail that revitalized my body and helped me regain my energy. To make the experience even more pleasant, they placed a massager on my neck, which helped me completely relax. It was a moment of pause, of reconnecting with myself—one of those moments we so desperately need but sometimes forget to give ourselves.
I must confess, though, that I had to be pricked twice because I lost the IV line. My veins are small, and the cold didn't help much, but even that was handled with such care that it didn't detract from the experience at all.
It was a reminder that well-being begins with oneself, and that amidst the end-of-year rush, it's essential to pause, take a deep breath, and take care of our bodies and minds.
It also made me reflect on the importance of working in places where people are valued, where effort is recognized, and where self-care is encouraged. Because when you feel cared for, you also take better care of others.
See you soon in another post! May this Christmas bring you health, love, and many treasured moments. 🎁🌟
The pictures are of my authorship taken with my Samsung A 12 cell phone
Text translated with the translator Deepl
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¡Hola, queridos amigos de esta hermosa comunidad! .. Espero que se encuentren muy bien y que el espíritu navideño ya esté llenando sus hogares de alegría, luces, abrazos cálidos y buenos deseos. Esta época del año siempre nos invita a reflexionar, agradecer y compartir, y hoy quiero contarles una experiencia que me tocó el corazón y que me recordó lo importante que es cuidar de nuestra salud… y de quienes nos rodean.
Hace unos días, recibí una sorpresa navideña que me dejó con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de gratitud. La unidad de Vitality , tuvo un gesto precioso con todo su equipo: nos hicieron llegar a pacientes y empleados una hermosa lata de galletas navideñas, de esas que te transportan a la infancia con solo abrir la tapa y sentir el aroma a mantequilla y canela.
Pero eso no fue todo. A través de un mensaje de WhatsApp, nos invitaron a disfrutar de una sesión de sueroterapia, una terapia intravenosa con vitaminas y minerales diseñada para fortalecer el sistema inmunológico. En estos días en los que los resfriados y gripes están a la orden del día, este detalle no pudo llegar en mejor momento. Justamente yo me estaba recuperando de un virus que me había dejado bastante agotada, así que fue como un regalo caído del cielo.
Desde el momento en que llegué, me sentí acogida, e ambiente era cálido y relajante, con música suave de fondo y un aroma delicioso que te envolvía apenas cruzabas la puerta. Las enfermeras nos recibieron con una sonrisa y una atención tan dedicada que, sinceramente, me sentí como en un pequeño spa navideño.
La sesión de sueroterapia fue maravillosa. Me administraron un cóctel multivitamínico que revitalizó mi cuerpo y me ayudó a recuperar energías. Además, para hacer la experiencia aún más placentera, me colocaron un masajeador en el cuello que me ayudó a relajarme por completo. Fue un momento de pausa, de reconexión conmigo misma, de esos que tanto necesitamos pero que a veces olvidamos regalarnos.
Eso sí, debo confesar que me pincharon dos veces porque perdí la vía, mis venas son finitas y el frío no ayudaba mucho, pero incluso eso fue manejado con tanta delicadeza que no empañó en absoluto la experiencia.
Fue un recordatorio de que el bienestar comienza por uno mismo, y que en medio del ajetreo de fin de año, es fundamental hacer una pausa, respirar profundo y cuidar nuestro cuerpo y mente.
También me hizo reflexionar sobre la importancia de trabajar en lugares donde se valore a las personas, donde se reconozca el esfuerzo y se fomente el autocuidado. Porque cuando uno se siente cuidado, también cuida mejor a los demás.
¡Nos vemos pronto en otro post! Que esta Navidad les regale salud, amor, y muchos momentos para atesorar. 🎁🌟
Las fotografías son de mi autoria tomadas con mi teléfono móvil Samsung A 12
Texto traducido con el traductor Deepl
Tu experiencia refleja la esencia, encontrar gratitud y significado en los pequeños gestos de la vida, incluso en momentos de adversidad. La sorpresa de Vitality no solo te trajo alegría, sino que también te recordó la importancia de cuidar de ti misma, especialmente en tiempos difíciles.
El aroma de las galletas, que evoca recuerdos de la infancia, simboliza cómo las pequeñas cosas pueden traernos consuelo y felicidad. En la filosofía estoica, se nos enseña a apreciar lo que tenemos y a encontrar alegría en el presente. En tu caso, esa lata de galletas se convirtió en un símbolo de conexión y cuidado, tanto de quienes te rodean como de ti misma.
La atención que recibiste en la sesión de sueroterapia es un claro ejemplo de cómo el bienestar físico y emocional están intrínsecamente conectados. La calidez del ambiente y el cariño del personal te ofrecieron un espacio seguro para reconectar contigo misma, algo que a menudo olvidamos en medio del ajetreo diario.
Este momento de pausa que te brindó Vitality es un recordatorio poderoso: cuidar de nuestro cuerpo y mente no es solo un acto de amor propio, sino también una forma de prepararnos para enfrentar los retos que vienen. La vida puede ser un torbellino, pero siempre podemos elegir encontrar momentos de tranquilidad y autocuidado.
Así que celebremos esos gestos de amor y cuidado, y recordemos que, al igual que tú, todos podemos beneficiarnos de un poco de compasión hacia nosotros mismos, especialmente en esta temporada. ¡Gracias por compartir tu experiencia tan inspiradora! 😊