Nadando en el paraíso | Inspirado y dedicado a mi hermoso Yaracuy en Venezuela 🇻🇪

Hola amigos de Hive, soy yo otra vez, este día he tenido una lluvia de ideas y unos recuerdos que la verdad, me han erizado la piel, he recordado cada sensación de cuando conocía un rio o un sendero nuevo...

Yo siempre he sido amante de la naturaleza, del agua dulce, de las montañas que rodean mi pueblo, del cantar de las aves que me despertaban aquellas mañanas soleadas de mi bello San Felipe y cuando llegaba el anochecer escuchaba los grillos con un sonido tenue y lejano.

Estas sensaciones las vuelvo a sentir, pero solo en la imaginación que embarga a mi cuerpo las mismas que me transportan a dónde fuí feliz, sintiendo las aguas dulces, frías y cristalinas de aquel rio Yurubi, del largo Guayabito o del Gran Río Santa Rosa en Aroa, el pueblo de las minas del cobre.

Vengo de un pueblo en dónde reina la naturaleza,diversidad en flora y fauna aquí les presento a mi hermoso Yaracuy, su nombre derivada de las voces indígenas jirajaras
Yara - Yaraí, que quiere decir «coger agua»
Cuí- Cu-í, «allá lejos»;

YARACUY «Coger agua de lejos» o «Coger agua de allá lejos».

Está foto no es de mi autoría
Pero quiero reflejar en ella la majestuosa montaña que nos enseñó a tener grandes sueños.

Las aguas que rodean a mi YARACUY, son dignas de amarlas, extrañarlas y cuidarlas, para que nos duren siempre, para que mis niños y los niños de mis niños las disfruten tanto como yo las he disfrutado.

Yo amo la altura de los árboles, me hacen recordar lo pequeños y destructivos que somos, amo su serenidad y su indispensable baile con el viento, nos hacen estar aquí, nos hacen vivir y aún así, nosotros arrazamos de manera inmedible con todo a nuestro paso.

En el paso por algún sendero, aprendí y reflexioné sobre mi destino, me hizo entender con un mutismo inquebrantable que mi camino no está hecho, que soy yo quien lo construye, que hay muchas opciones, yo soy la encargada de labrar, de sembrar y regar ese futuro incierto, pero con solidez en el presente que vivo, con principios y valores que desde niña me encargué de memorizar.

Podré estar lejos de mí tierra, pero llevo su color en mi piel, su sentir en mis caderas llevando el ritmo del tambor y la salsa en mis venas, sin dejar a un lado lo dulce de sus aguas en cada palabra expresada.

Aunque me embargue la añoranza y se me ponga triste la mirada, siento cerca el reflejo de su belleza, siento el sol que quema, la humedad que me abrazaba. No se olvida lo que amas, aunque te obligue la distanci. Es como irse estando enamorado.

lo que te hizo feliz, lo guardas en el cajón de los recuerdos, esos que esperan ansiosos para volver a lo que fué y nunca más será...

Ahora vivo en una selva de cemento.

Hermosa a su manera sin duda alguna, es natural a lo que pude y le permiten.. (Así son las ciudades)

No sé si mi estro trascenderá en otra alma iluminada por mis palabras. Lo que si se y de lo que estoy segura es que puse el corazón en cada oración.

Hasta un próximo post, espero que esté lleno de música, notas y niños felices... Sin duda alguna me hacen feliz todos los días.

Gracias por apoyarme siempre,
leer mi contenido y 
ser incondicionales