Las flores encierran un encanto muy especial, no solo por su belleza y atractivo, que logran capturar la atención, con sus exóticas formas y variedad de colores, la flor es la estructura reproductiva de la planta, es decir la generadora de semillas y responsable de que las especies vegetales se mantengan en el tiempo.
El ciboulette es el nombre de una de las tantas variedades de cebolla de verdeo, es una planta perenne, algunas fuentes biográficas citan que es originaria de Europa y otras afirman que proviene de Asia. Su suave aroma y sabor la hacen perfecta para consumirla cruda, de igual manera cocida le da a las comidas un exquisito sabor.
Usualmente florea durante el verano, pero en nuestro país Venezuela están presentes durante casi todo el año (por supuesto cuando la planta llega al ciclo correspondiente).
La flor del Ciboulette es comestible, pequeña y de un hermosísimo color violeta, así que además de darle sabor a nuestros alimentos, es perfecta para decorar un plato y hacer que nuestras recetas se multipliquen en atractivo culinario.
Yo disfruto mucho cuando estoy cocinando y salgo a mi jardín a recoger las hojas y flores de esta encantadora hierba, es una bendición de la cual estar profundamente agradecida.
Te dejaré una receta bien cencilla
¡IMPORTANTE! No todas las flores se pueden consumir, algunas son tóxicas.
A cocinar…
Necesitas:
Ajoporro, tomates, flor del Ciboulette, sal.
Con estos ingredientes prepara un guiso, toma en cuenta que la flor se la colocas al final para que no pierda el sabor.
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