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Obviamente, estamos en unas circunstancias especiales, en las cuales no hay las mínimas posibilidades de recrearse, viajar o comparitr con el grupo familiar.. El motivo de la pandemia es muy conocido.
Ya circulan los días de Semana Santa, en la cual se llevan a cabo actos religiosos de acuerdo con el enfoque de cada quien.
Provengo de un pueblo llanero, y mi familia se tomaba esos días, década de 1960, para realizar actos de diversión, juegos para niños y adultos, y comidas alusivas a la época.
Recuerdo que en esos tiempos no se podía comer carne de res, de acuerdo con órdenes religiosas, ni tampoco se permitía hacer el amor porque, según, las parejas corrían el riesgo de quedarse "pegadas", algo que por supuesto, era falso.
En cuanto a los juegos, se ponía en ejercicio el trompo y la zaranda, las metras o canicas y juegos de mesa como "el trompito" o loterías de cartas españolas.
Era fijo comer dulce de ciruelas y jalea de mango, en relación con la dulcería que caracterizaba a nuestro país.
En cuanto a comidas, era obligatorio comer pescado seco, pisillo de chigüire o venado mechado. Platos infalibles y emblemáticos de Semana Santa.
A medida que el calendario avanzaba, la Semana Santa iba adquiriendo otro cariiz, y llegaron momentos en los cuales solo se escuchaba música sacra a través de la radio, que era el medio de mayor difusión.
Las comidas y los dulces siempre se han mantenido.
Hasta hace algunos años, ya la gente se dedicaba a viajar a la playa, y los ríos cercanos eran usados para refrescarse porque Semana Santa siempre ha sido de temperaturas altas.
Espero que con los años vuelva todo a la normalidad, y podamos vivir en paz y diversión.
Que Dios nos bendiga en esta nueva Semana Santa.
semana santa, cuajao y playita, solo se añora.!
Como extraño esos tiempooooooooooooosss... quiera Dios todo mejore pronto...
Je, je, gracias por desempolvar este post, Leomara. Sí, ciertamente, tiempos de oro de la existencia.
De nada.... =D semana santa sin ríos o playas no es lo mismo... saludos...