¿A quien no le gusta la pizza? Bueno, seguro hay quienes no les guste o quien no la pueda comer por razones de salud, pero la pizza es un alimento que gusta en todas las edades.
En casa es común preparar alguna pizza de vez en cuando y es que ¿Qué es una pizza? Básicamente masa (pan), salsa de tomate y queso. Pues resulta que eso no es realmente costoso y menos si tú mismo preparas tu masa y tu salsa.
Hace unos días, en una publicación anterior, les contaba que había hecho pancitos y pizza, pero todo con la misma masa base. Allí les describí con detalle cómo preparé los pancitos y les dejé los ingredientes y procedimientos para preparar la masa. Les dejo el link para que puedan volver ahí y preparar la masa base y es que en esta publicación nos centraremos un poco más en la salsa.
Como ya tenemos la masa lista solo procedemos a extender y colocar en las bandejas.
Recuerden que es muy importante engrasar y enharinar las bandejas.
Me gusta dejarla crecer unos minutos en la bandeja antes de armar las pizzas, porque a veces si le ponemos muchos ingredientes o estos están muy fríos o calientes ya la masa no crece mucho más. Hay quienes gustan de masas gruesas y esponjosa y otros masas delgadas y tostadas o un término medio entre ambas.
Creo firmemente que sobre la salsa no hay una norma irrompible, salvo por supuesto que debe ser de tomate. A mí particularmente me gusta jugar con sabores y texturas y sobretodo enriquecer el valor nutricional de los alimentos que preparo a mi familia. Les dejo entonces mi receta especial de salsa para pizza, ustedes la adaptarán a sus gustos y necesidades. Recuerden que esta pizza es también una solución para una cena diferente, rápida y económica, incluso la pueden utilizar para incluir vegetales en la dieta de esos niños los rechazan.
Volvamos entonces a la salsa:
Ingredientes:
- 3 Tomates grandes
- 1 zanahoria pequeña
- 1 Cebolla mediana
- 2 Dientes de ajo
- 1 Ají
- Aceite
- Sal
- Azúcar
- Orégano
- Pimienta
Preparación:
Licuar la zanahoria, los tomates, el ajo, la cebolla y el ají con apenas el líquido mínimo necesario de forma que quede un jugo espeso. Usted lo procesará más o menos según su gusto, a mí me gusta que queden algunos pedacitos enteros.
En un caldero, sartén hondo u olla ponga aceite, algo así como 5 o 6 cucharadas. Allí va a sofreir la pasta que obtuvimos al licuar. Hágalo por unos minutos hasta que vaya cambiando a un color más intenso y brillante.
Agregue media cucharadita de azúcar y sal al gusto. El orégano y la pimienta lo agregaran justo antes de apagar.
En unos 15-20 minutos, contando desde el momento de licuados los ingredientes ya tenemos lista la salsa.
Es hora de armar nuestras obras de arte. Lo que nos guiara a partir de aquí es nuestro bolsillo y posibilidades.
En condiciones ideales mi pizza llevaría queso mozarella, jamón, maíz, aceitunas, pimentón y cebolla. ¿La tuya que llevaría?
Las que preparo para una cena improvisada en casa llevan: cebolla, queso del que conocemos en Venezuela como "queso duro" que es un queso fresco en realidad semi duro y mortadela de pollo; en ocasiones también le coloco pimentón.
Es súper importante precalentar el horno para que así nuestras pizzas se cocinen más rápido y de forma uniforme, además que así no se resecan.
Como les dije con los panes el tiempo de cocción va a depender de su cocina y del tamaño de la pizza. En el horno de mi casa tardan unos 20-25minutos, pero podrían ser tan solo 15 en otras cocinas.
Recuerden mantener la mente abierta a las posibilidades y dense la oportunidad de crear en sus cocinas. Espero que disfrutaran esta publicación y que se animen a preparar esta receta.
Fotografías de mi propiedad tomadas con teléfono redmi9a y editadas en las App Collage Maker y Snapseed.