Robin es nuestro gato, llegó a nuestra casa el 9 de agosto del 2019, es un gato muy consentido, cariñoso y juguetón.
Le gusta comer diferentes tipos de comida, podríamos decir que es un gato todoterreno. Duerme encima de una almohada colocada en la silla, y cuando hace frío le gusta acurrucarse cerca de nosotros; es muy travieso y curioso, está pendiente de absolutamente todo.
Trepa las paredes mientras intenta cazar, pero en esto aún no es muy bueno, pues siempre sus presas se escapan.
Ama estar cerca de alguien de la familia, no le gusta estar solo. Tiene un reloj interno, ya que siempre comemos más o menos a las mismas horas, y él siempre está allí para empezar el proceso de pedir comida.
Le encanta estirar las garras contra la madera, y antes de dormir suele “masajear” la zona antes de echarse. Como a veces duerme encima de alguno de nosotros pues al hacer eso causa bastantes cosquillas.
Es un gato realmente aseado, constantemente se la pasa lamiéndose diferentes partes del cuerpo para mantenerse limpio, aparte que a la hora de hacer sus necesidades, tiene su “lugar especial” al que siempre va a hacer dicha tarea.
Sus ojos son grandes y de color verde claro, transmiten un aura de inocencia, y su pelo tiene varias tonalidades, marrón, blanco, y un poco de amarillo.
Mientras está sentado en algún lugar parece literalmente una estatua posando, y mientras lo hace se ve precioso.
Le gusta que lo acaricien en la barriga, y que le masajeen todo el cuerpo. Todos los días a la hora de cerrar las puertas se mete y se acuesta mientras ve hacia afuera, como si esperara a alguien, o como si cazara algún animal.
Cuando estaba más pequeño, un día le colocamos ese vestido que era de una muñeca, le quedaba perfecto, así que le tomamos fotos con él, sin embargo como le incomodaba caminar con una prenda se lo quitamos luego.
Comparte su comida con otros gatos de por aquí cerca y juega con ellos.
Les tiene miedo a los perros, todo su cuerpo se eriza cuando está cerca de uno para defenderse de alguna forma.
No puede oler pescado, porque se vuelve literalmente loco, se emociona mucho y no deja de suplicar hasta que se le dé un poco, al punto de verse totalmente desesperado, cuando por fin come se tranquiliza, este proceso se repite cada vez que ve comida, es un gran actor, ya que cada vez que pide comida lo hace como si no hubiese comido desde hace dos semanas, y no han pasado ni 6 horas desde la última vez que comió, su maullido te rompe el corazón, pero a la final siempre logra su objetivo.
Hago este post para reflexionar sobre nuestras mascotas, a las cuales tenemos que querer y cuidar, no son solo un adorno, o una compañía, son miembros de la familia como un hijo o un hermano, debemos cuidar sus necesidades y no dejarlos desatendidos. Cuiden siempre a sus mascotas, y seguramente estas les tendrán mucho cariño y aprecio como recompensa.
Muchas gracias por leer mi post, espero les haya gustado, hasta la próxima.
Fotos tomadas con webcam Genius Facecam