[ESP/ENG] Querido Padre: // Dear Father:

Padre, ya han pasado 15 años de tu partida, cómo te extraño.

Gracias padre por tus enseñanzas, dedicación, cariño y paciencia. Siempre te tengo presente en mis pensamientos y corazón.

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Tantos recuerdos, ¡cómo me gustaba ayudarte en tu trabajo!, compartía mucho tiempo contigo, me gustaba escucharte cuando narrabas tus cuentos. Siempre estabas pendiente de mí, yo recuerdo que me pedías que te comprara varias cosas en el mercado y me decías “No se te vaya a olvidar, tráeme lo que te pedí”.

Padre, para mi eres el mejor de los padres, eres un ejemplo a seguir. Cuántos recuerdos, también salía a pasear contigo y con mi madre, me divertía mucho con esos paseos, donde recuerdo que íbamos a una parcela, y allí disfrutaba mucho, me sentía muy bien porque jugaba y respiraba aire puro, ¡cómo me encantaba!, estaba rodeada de muchos árboles.

Siempre compartías conmigo tus dulces, frutas y comida; tenías preferencia por los dulces, por la avena, la gelatina, y el fororo te encantaba. Bellos recuerdos, pasan los años y nunca te voy a olvidar padre. Rezo por ti y le pido a Dios que te tenga en su santa gloria y que descanses en paz.

Padre, siempre me aconsejabas cuando empecé mi primer trabajo, me decías “cuidado hija, tus jefes confían en ti, demuéstrales a ellos que tú eres responsable y honesta”.
Cuando yo necesitaba dinero tú me prestabas, y cuando yo cobraba te lo pagaba, así me enseñaste a ser una mujer responsable.

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Siempre trabajabas, en la casa, o en la compañía; nunca te quejabas, ni siquiera de que estabas cansado, nunca escuché de tu boca malas palabras, siempre sereno, tranquilo; te decían algo y tú expresabas si estabas de acuerdo o no.

Padre, gracias por enseñarme a rezar, eras un hombre que rezaba y le pedía mucho a Dios. Yo sé que donde quiera que tú estés, siempre me acompañas, me cuidas y me proteges de las malas vibras; tú me contabas que las cosas malas existían, pero también me decías “Hija, reza mucho, ten fe en Dios y nada malo te llegará”.

Conté con tu apoyo como padre en los momentos más difíciles para mí. A pesar de que tienes 7 hijos nos dedicabas tiempo a todos.

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Gracias, y no me cansaré de darte las gracias y de darte las gracias, porque siempre me escuchabas cuando necesitaba decirte algo. Me visitabas y a mí me gustaba tenerte a mi lado. Nunca te renegué, nunca me apenaba estar contigo, a pesar de que tú eras un hombre callado y muy tímido, pero muy bondadoso, respetuoso y amable.

También padre, tú me comprendiste cuando me comprometí con mi esposo, a pesar de la diferencia de edad que hay entre los dos, sin embargo tú lo aceptaste. Fuiste un buen abuelo, siempre atento con tus dos nietos, me preguntabas por ellos, los querías mucho. Gracias por tu apoyo en todo momento.

Cuando me gradué tú celebraste conmigo mi logro, a pesar que ya no estabas vivo, pero yo sé que tú estuviste allí y te alegraste mucho. Estas breves palabras son dedicadas a ti, mi querido padre, a pesar de que todo lo que me diste en vida y viví contigo no se compara con nada, eres lo mejor para mi.

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