El día que salí de casa.

Un día decidí probar suerte en otro sitio, me fui con sueños e ilusiones a tierras desconocidas, un lugar en el que no tenía un amigo, ni un conocido. Entre que transitaba y transcurrían los días fue cambiando el pensamiento del hombre y, se iba forjando una personalidad distinta, es que es simple, para valorar lo que tienes debes estar a punto de perderlo o tal vez ya no tenerlo.

Cuando sales de tu zona de confort y realizas algunos cambios para adaptarte al nuevo sitio te vez forzado a crecer y a salir adelante.

Los seres humanos que nos hemos visto en la necesidad de cruzar las fronteras entendemos el valor de un pan, y no precisamente en lo económico, es saber que una pieza puede calmar y saciar el hambre para continuar, este no ha sido mi caso, no llegue al extremo, pero los ves en el andar de un amigo o del vecino que siendo diferentes las circunstancias tiene un mismo objetivo, que es prosperar y ver florecer sus sueños, de ahí la alianza y la fraternidad entre hermanos de la vida.

Luego te das cuenta de que ya esa pieza de pan si tu la tienes la compartes con el y viceversa, de esta manera formas parte de una comunidad que hace más llevadero los días y van haciendo un poco más fácil el andar.

Los días pasan, pero nunca dejas de pensar en tu tierra tus amistades, tu familia y así lo tengas todo, dejaste tus costumbres, tradiciones, tus sueños cambian y solo piensas en un día volver al sitio que te vio nacer, llegar y saludar al vecino, al amigo, enfrentando una dura realidad y es que nada es igual a lo que dejaste donde muchos de esos recuerdos y esas personas ya no están, aunque aun así te sientas feliz.

La experiencia adquirida te llevara a ver las cosas de otra manera y simplificara ese concepto que tenías de felicidad, seguramente te hizo crecer espiritualmente y fortaleció tu corazón, estas son unas líneas para esos caminantes de la vida y para todo aquel que decidió cruzar la frontera en busca de esos sueños y que tal vez nunca vio.

Esta historia continuara….

Bendiciones a todos en este día @electrodo.

Me despido dándole las gracias por aceptarme como uno de ustedes y esto es solo un abre boca de tantas cosas y anécdotas que les pudiera contar de mis días, hay quien dice que si me pusiera a contar mi vida pudiera escribir un libro que tengo más historias que condorito, jejeje….

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