
Acuarela de las Tablas de Daimiel. El camino que va del centro de visitantes hasta la torre de observación del Prado Ancho está salpicado de senderos, a la izquierda, que llevan a distintos observatorios de aves. Ideales, no solo para disfrutar, tranquilo y en silencio, de la fauna del parque, sino para tener algo de sombra en los calurosos días de verano.



