Es indiscutible que la naturaleza humana, está determinada por movimientos circulares que permiten desarrollar la vida en el planeta, por ejemplo, el carbono, nitrógeno e incluso el oxígeno se mueven de manera circular y son responsable en gran medida de la vida en la tierra.
Ahora con respecto al tiempo, aunque no es circular, si tiene comienzos y finales que nos permiten evaluar lo que hemos alcanzado en su transcurrir. En este sentido, cada final, es sinónimo de introspección y evaluación, donde destacamos esos momentos que nos han permitido alcanzar un acercamiento a nuestros objetivos, de manera que el final de este 2024, me ha permitido comprender que aún hay metas inconclusas y que, si bien es cierto que hemos logrado avanzar, aún no hemos llegado a la meta.
Por consiguiente, debo seguir trabajando por la mejor versión de mí. Quisiera no enfocarme, en lo que no logre, por el contrario, mis energías están puestas en las oportunidades que el 2025 pondrá en mi camino, recordando que cada nuevo año, se presenta como esa pequeña semilla, llena de promesas e incertidumbre.
Sin duda es un comienzo, pero sobre todo un recordatorio o quizás quieras llamarlo, una señal de alerta, que te permite comprender que la vida por mas altibajos que tenga, siempre te da segundas oportunidades para crecer, florecer y obtener la mejor versión de ti.
Con la llegada del nuevo año, estamos preparando el terreno, buscamos tierra fértil, aire fresco y un buen clima para empezar nuestra siembra, estoy seguro que más de uno en este momento está sintiendo la necesidad de germinar, de dejar atrás lo que ya no nos nutre y permitir abrir nuestra perspectiva a nuevas oportunidades, no estoy sugiriendo que olvidemos lo vivido, por el contrario, que sea esa rampa que nos impulse a nuevos niveles de éxito y abundancia, ya que cada experiencia nos ha permitido abonar el suelo del año donde iniciaremos nuestro ciclo.
De tal manera que me permito invitarte a ser valiente, perseverante, pero sobre todo intencional, enfocándote en tu futuro, sin olvidar lo aprendido de tu pasado, aunque no es fácil, dejar salir lo que llevas dentro, necesitas aprender a soltar, debes romperte como las semillas para poder germinar, pasar el dolor en muchas ocasiones forja nuestro carácter y nos hace vislumbrar un mejor mañana.
Te invito a que imagines que el año que termina es como una estación que ya pasó. Que sin duda dejo huellas, quizás días grises o fríos. Pero, al igual que la semilla necesita del invierno para fortalecerse, nosotros necesitamos de esos momentos para apreciar lo que viene, para tomar impulso y comenzar de nuevo.
Necesitamos renovarnos, y así como la semilla se puede convertir en un frondoso árbol, nosotros también estamos destinados a la grandeza. Por consiguiente, no temas al nuevo inicio ya que ahora tienes más experiencias que te permitirán alcanzar un mejor mañana y que el 2025 vega cargado de éxito y esperanza para cada uno de ustedes estimados lectores.
ENGLISH VERSION
It is indisputable that human nature is determined by circular movements that allow life to develop on the planet, for example, carbon, nitrogen and even oxygen move in a circular manner and are largely responsible for life on earth.
Now with respect to time, although it is not circular, it does have beginnings and endings that allow us to evaluate what we have achieved in its course. In this sense, each end is synonymous with introspection and evaluation, where we highlight those moments that have allowed us to reach a closer approach to our goals, so that the end of this 2024, has allowed me to understand that there are still unfinished goals and that, although it is true that we have made progress, we have not yet reached the goal.
Therefore, I must continue to work for the best version of me. I do not want to focus on what I do not achieve, on the contrary, my energies are focused on the opportunities that 2025 will put in my path, remembering that each new year is presented as that small seed, full of promise and uncertainty.
It is certainly a start, but above all a reminder or maybe you want to call it, a warning sign, which allows you to understand that life, no matter how many ups and downs it has, always gives you second chances to grow, flourish and get the best version of you.
With the arrival of the new year, we are preparing the ground, we are looking for fertile soil, fresh air and good weather to start our sowing, I am sure that more than one of us at this moment is feeling the need to germinate, to leave behind what no longer nourishes us and allow us to open our perspective to new opportunities, I am not suggesting that we forget what we have lived, on the contrary, that it be that ramp that drives us to new levels of success and abundance, since each experience has allowed us to fertilize the soil of the year where we will start our cycle.
So I invite you to be brave, persevering, but above all intentional, focusing on your future, without forgetting what you have learned from your past, although it is not easy, let out what you carry inside, you need to learn to let go, you must break like the seeds to germinate, passing the pain often forges our character and makes us glimpse a better tomorrow.
I invite you to imagine that the year that is ending is like a season that has passed. It certainly left traces, perhaps gray or cold days. But, just as the seed needs the winter to get stronger, we need those moments to appreciate what is coming, to gain momentum and start again.
We need to renew ourselves, and just as the seed can become a leafy tree, we too are destined for greatness. Therefore, do not fear the new beginning because now you have more experiences that will allow you to reach a better tomorrow and that 2025 will be full of success and hope for each of you dear readers.
OF INTEREST
