“Estamos volviendo a las andadas” aferrándonos a lo lindo, edificando lo precioso y soltando lo que nos detiene. Julio es un mes de reinvención para mí, pues soy de las que no necesita enero para iniciar de cero, así que decidí integrarme nuevamente a actividades que me sumen y me ayuden a sumar puntos positivo en la versión maravillosa que quiero construir.

Iniciar no es sencillo, todo hablan de levantarse y seguir, pero nadie te dice lo complejo que es crear una nueva línea de salida para seguir en esta carrera que es la vida, se trata de replantear, aceptar y tomar el impulso para lograr lo que se quiere.

En mi caso, siento que el enfoque es muy importante, por ello, tomar un segundo para visualizar lo que se quiere y como se quiere es vital, y en las últimas semanas, he comprendido que a veces necesitamos una pausa para reescribir metas y no perder el centro.

No hay mayor muestra de valentía que superar desafíos que nos detienen, ya sea por miedo o algún otro sentimiento.

Mi mayor desafío para el logro de mi felicidad, muchas veces radica en la forma que mi autoexigencia me lleva a no aceptar que no puedo controlar todo, sin embargo, que sería de la vida sin una buena dosis de desafío.

Para quien pregunte si soy feliz, mi respuesta es corta y sencilla: si, porque tengo sueños, ambiciones y personas que confían en mi proceso y apuestan por lo que puedo lograr.

No importa lo que pase, siempre agradeceré el impulso que recibo desde el pasado y presente, pues en mi mente se encuentra fresco el recuerdo de todas las personas que me han llevado hasta donde estoy.

Mi mayor aprendizaje en la vida es sin duda, la forma en que he comprendido que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Nada puede sabotear el camino a la meta más que nuestra negatividad, la forma en que nos detenemos por miedo o angustia y lo poco resolutivos que podemos llegar a ser, sin embargo, eso no nos hace menos valiosos, simplemente nos hace humanos.

Todo se logra conforme tomamos cada paso como un aprendizaje, cuando desarrollamos herramientas a nuestro favor y buscamos ayuda de ser necesario.

Un día más una oportunidad de cambiar nuestro mundo, cambiando queja por toma de acción o haciendo posible lo imposible.

El solo hecho de mirar el cielo y ser capaces de respirar es la oportunidad que regala Dios y el universo para lograr lo que queremos y edificar lo que soñamos.

Poco se lo que me depara la vida, actualmente me encuentro en proceso de preproducción de como quiero lograr lo que sueño, pero lo cierto es que la meta es clara y el camino irá cambiando de acuerdo a lo que dicte el destino (y mis acciones, obviamente). Edificar la felicidad no es sencillo, pero se puede hacer un cambio desde el pensamiento positivo y con las herramientas emocionales correctas todo es posible.