EL CUARTO DE ESPEJOS
Alfredo se había dejado caer en el suelo, deliraba por la deshidratación. Se vio en un cuarto de espejos que le mostraban su pasado y futuro; un niño tímido, un anciano reumático. De repente sus ojos se cerraron un destello.
Los abrió de nuevo lentamente. Escuchó voces de hombres, el sonido de unas ruedas, agua que corre por su cara y la imagen de su caballo muerto perdiéndose en el horizonte. ¡Tal vez alguien lo había salvado!
Luego no entendió por qué tenía las manos atadas, por qué estaba rodeado de gente y por qué había un revólver apuntando su cabeza. La mano que sostenía el arma lo llevó a un rostro conocido. ¡Ah, ya entendió todo! En esta tierra cruel nadie se salva de sus pecados.
Nuevamente un destello y el cuarto de espejos. Sus reflejos se rompen, ve quebrarse su niñez, ve su futuro desaparecer en la nada…
Muy buen relato, @zuhes. Hay suspenso,fuerza, excelente ortografía. Me encantó leerte. Suerte en el concurso.
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