Mis 42 primaveras

Desde que pequeña, mi día de cumpleaños me produce mucha felicidad, ese día está lleno de una energía muy especial, todo es vibrante, alegre, radiante, mensajes de felicitaciones, detalles hermosos, es un día diferente. Durante toda mi vida ese lo he celebrado siempre rodeada de mcuhas personas: incluidos familiares, amigos o pareja. Pero estos 42 años, quise fueran diferentes, decidí pasar ese día solo conmigo, ser mi compañía, desde que levanté ese día, me lo dediqué, me disfrute mi primera taza de café del día, luego me arreglé colorida para llevarme a desayunar, fui a un lugar donde venden unas deliciosas empanadas horneadas vegetarianas de quinoa, me disfruté cada bocado, luego de allí fui a comprar unas flores, las flores son refugio para mí, me recuerdan la nobleza de la vida, sus colores y aromas me llenan de paz, por eso procuro tenerlas siempre que pueda, y como era mi cumpleaños no podían faltar. Luego de eso, me dediqué a caminar por un parque que frecuento mucho por estos días porque cerca de allí está el lugar donde voy a hacer mis terapias físicas. Ese parque está lleno de árboles grandes y frondosos que regalan una agradable sombra y brisa. Después me regresé al apartamento a descansar, porque actualmente no puedo caminar largos recorridos, entonces me toca ir despacio. Tomé una siesta, y en horas de la tarde volvía a salir, caminé otro poco y me fuí a un lugar donde venden unas pizzas artesanales que me gustó mucho. Disfruté un rato allí en el lugar y al terminar me fui, ahora era la hora del postre, así que me fuí a un café donde venden una marca de helados en particular que me gusta y me pedí un helado de arequipe. Fue un día que me dediqué a crear recuerdos memorables que me acompañen hasta el siguiente año. Estar conmigo se sintió muy bien, deseo seguir cultivando esta nueva relación que estoy descubriendo conmigo. Hice de mi cumpleaños un día bonito y se sintió muy bien ser la responsable de eso. Nuestro bienestar y felicidad está en nosotros mismos, y no es justo dejarlo en manos ajenas, solo nosotros mismos tenemos el compromiso de cuidarnos y atendernos como merecemos, ese fue el aprendizaje que me quedó el día de ayer. Un muy feliz cumpleaños a mí, bienvenidas mis 42 primaveras.

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