La verdad sea dicha, el vino solamente fue un acompañante; soy un hablador hasta por los codos y pocos filtros tengo para mostrar mis colores (aunque eso, en ocasiones, me juegue en contra, amigo).
¡Te abrazo fuerte, hermano! ¡Se te quiere!
La verdad sea dicha, el vino solamente fue un acompañante; soy un hablador hasta por los codos y pocos filtros tengo para mostrar mis colores (aunque eso, en ocasiones, me juegue en contra, amigo).
¡Te abrazo fuerte, hermano! ¡Se te quiere!