Hola amigos, a juzgar por el mosaico de mi artículo, si no están familiarizados con el principio que estoy a punto de discutir, es posible que se estén haciendo esta pregunta; ¿Qué diablos es un hombre con principios 80/20?
Bueno, la respuesta corta es: priorizar las actividades y las personas en los negocios y el trabajo.
La respuesta larga es que en medio de un ritmo errático asociado con la vida moderna, no es raro que la búsqueda de la productividad parezca como perseguir un espejismo en el desierto.
He estado allí, perdido en el ajetreo, ahogado en un océano de tareas sin ninguna claridad. Luego encontré mi camino hacia el principio 80/20 que lo cambió todo.
La idea es bastante simple y, sin embargo, muy profunda; El 80% de los resultados provienen de sólo el 20% de los esfuerzos. Esta fue una revelación que me impactó mucho y me hizo reevaluar mis habilidades de gestión del tiempo. Sin embargo, no fue hasta que experimenté esto que comprendí plenamente su potencia.
Piense en un momento en el que tenía múltiples roles que desempeñar como individuo: un trabajo que exigía mucho de mí, de mi familia que cuidar y de lo que yo quería personalmente.
Día tras día era como participar en una maratón sin fin. . Pero al final siempre me dejaban tirado sin hacer nada realmente importante.
En toda esta confusión, un día me encontré con el principio 80/20. Atraído por su potencial económico, pensé que valdría la pena probarlo. Analizando cuidadosamente mis actividades diarias, identifiqué las pocas acciones con efectos máximos.
Para mi sorpresa, descubrí que dedicaba mucho tiempo a tareas de bajo valor, como trabajos intensos, que me mantenían comprometido pero que no afectaban mi productividad ni mi progreso en absoluto.
Esta nueva información me hizo decidir centrarme en aquellas tareas esenciales que fueran coherentes con los objetivos de mi vida.
Los resultados fueron absolutamente trascendentales. Aumentó mi productividad y eficiencia cuando canalicé mi concentración en las tareas importantes.
Esos proyectos que antes parecían tan difíciles de abordar, de repente se convirtieron en pan comido, dándome así más tiempo y energía para dedicarme a lo que realmente hacía mi vida más feliz.
Sin embargo, el deseo de aferrarme a la regla 80/20 me impactó profundamente. Ya no deambulaba sin rumbo entre tareas; en cambio, tenía un plan que me guiaría hacia el éxito basado en ideales de énfasis y priorización.
Hoy en día, la regla 80/20 es más que un simple truco de vida: es una forma de vida. Utilizo sus leyes no sólo en el trabajo sino también en mis esfuerzos y asociaciones personales.
La simplicidad ha sido la clave del éxito, ya que he aprendido a dejar de lado el perfeccionismo y centrarme sólo en unas pocas cosas importantes mientras dejo que otras se queden en el camino.
De principio a fin, seguir un enfoque 80/20 requiere dominar una productividad que parece interminable y con muchos giros a lo largo del camino.
Sin embargo, adoptar los principios del principio de Pareto me ha brindado una nueva visión que cambió mi perspectiva sobre el trabajo y la vida.
En otras palabras; hay una cosa que he aprendido a lo largo de todo esto; Hay momentos en los que menos simplemente significa más.
- Translated To English
Hi there friends, now judging from the tile of my article, if you're not familiar with the principle I'm about to discuss you might be asking yourself this question; What the heck is a 80/20 principle man?😂
Well short answer is - Prioritize activities and people in Business and Work
The long answer is that in the midst of an erratic tempo associated with modern life, it’s really not uncommon for the pursuit of productivity to feel like chasing a mirage in the desert.
Been there, lost in the hustle, drowning in an ocean of tasks without any clarity. Then I found my way into 80/20 principle which changed everything.
The idea is quite simple and yet very profound; 80% of results come from only 20% of efforts. This was a revelation that hit me hard and made me re-evaluate my time management skills. However, it was not until I experienced this that I fully grasped its potency.
Think of a time when I had multiple roles to play as an individual – a work that demanded much from me, my family to take care of and what I wanted personally.
Day after day was like participating in a never-ending marathon. . But in the end, I was always left on drain ends without doing anything really important.
In all this confusion, one day I came across 80/20 principle. Attracted by its potential for economy, I thought it might be worth trying out. Carefully analyzing my daily activities, I pinpointed the few actions with maximum effects.
To my surprise, I found out that much time was spent on low-value tasks such as busy work which kept me engaged but did not affect my productivity or progress at all.
This new information made me decide to focus on those essential tasks that were consistent with the objectives of my life.
The outcomes were absolutely earth-shattering. It increased my productivity and efficiency when I channeled my concentration to the important tasks.
Those projects that seemed so difficult to tackle before, suddenly became just like a piece of cake, thereby giving me more time and energy to engage in what really made my life joyful.
However, the desire for holding on to the 80/20 rule impacted me deeply. I was no longer wandering aimlessly between tasks; instead, I had a blueprint that would lead me through success based on emphasis and prioritization ideals.
In this day and age, the 80/20 rule is more than just a life hack – it is a way of life. I use its laws not only at work but also in my personal endeavors and associations.
Simplicity has been my key to success, as I have learnt to let go of perfectionism and focus only on few important things while letting others fall by the wayside.
From start to finish, following an 80/20 approach requires mastering productivity that seems never-ending with lots of whirling along the way.
However, embracing the principles of the Pareto principle has given me new insight that changed my perspective on work and life.
In other words; there’s one thing I’ve learned throughout it all; there are times when less simply means more.