Un hombre, que no hace nada por su futuro, que no piensa en el mañana, está destinado a ser un hombre fracasado.
Un ser sin objetivos y sin un motivo por el cual vivir, se convierte en un ser pobre y desdichado.
Ese que espera que las cosas le caigan del cielo o que la suerte se torne a su favor no se hace merecedor de nada.
Aquel que no lucha por lo que quiere es un ser incapaz, incapaz de hacer algo por el mismo.
El que envidia y codicia los logros de los demás y las victorias ajenas es un ser insensato, no se da cuenta que todos luchan por lo quieren.
Reflexión:
Las metas están destinadas a alcanzarse y los sueños a cumplirse, Todo lo que tenemos que hacer es luchar por lo que queremos, el cambiar nuestro destino está en nuestras manos. No te compares con los demás, porqué aquí todos somos especiales. Todo lo que necesitamos es determinación y confianza en nosotros mismos para tener éxito.