Mujeres que trascienden en la historia

Cuando supe que podía cantar, aparentemente solo se trataba de una actividad recreacional. Era niña y me gustaban las aventuras. Me imaginaba viajando por el mundo trabajando en alguna investigación científica. Pero los años pasan y la niña que de grande quería ser arqueóloga, desistió de sus sueños de Bárbara Blade y ahora se fascinaba con las grandes divas de la ópera, del jazz, del soul, del blues e incluso de género pop. Con sus trajes frondosos y las lentejuelas. Mujeres, que de solo mirarlas de pie en el escenario te hacen replantearte cualquier meta.

Llegar a dónde ellas llegaron no es un camino fácil, necesitas estudio, disciplina y agallas. Sobretodo esto último. Para quién ha dedicado su vida al público y a las tablas entiende de la cantidad de emociones que recorren tu cuerpo y todo lo que puede pasar por tu mente cuando estás a punto de salir a escena. Si no estás completamente seguro de lo que haces puedes llegar incluso a pasar un mal rato si dejas que tus nervios se refuercen con el miedo. Entonces pienso en mujeres como Nina Simone y todo el rechazo por el que tuvo que pasar durante su carrera como mujer afrodescendiente en plena década de los años 50. Sin embargo nada la detuvo, al contrario, se convirtió en activista luchadora de los derechos civiles y aunque el racismo que se vivía para ese entonces en los EEUU la alejó de la música clásica y de ser la primera pianista solista negra de la historia, ella nunca desistió, se encontró en el jazz y el blues y hoy en día su música es referencia para quienes la estudiamos. Entonces entendí que yo no quería cantar como Nina porque para eso tengo que ser Nina, pero me inspira su valentía y desearía como mínimo la mitad de su coraje para salir a cantar. Mi búsqueda de lo que quería ser cuando fuera grande no era solo algo profesional, admiro a las mujeres que se dedican a llevar al extremo todo su potencial y mostrarlo dejando algo más que solo su paso por la vida.

Gracias,

A Marie Curie por sus importantes aportes a la ciencia, incluso poniendo en riesgo su salud, se convirtió en la primera mujer en ganar un premio nobel de la química y física.

Hedy Lamarr, que además de llegar a la fama y consolidarse como actriz de Hollywood, sus conocimientos científicos eran su fuerte principal. Ella fue creadora de la primera versión que permitiría comunicaciones inalámbricas de larga distancia. Lo que hoy en día conocemos como wifi, es gracias al trabajo de esta mujer inolvidable.

Amelia Earhart, quien mostró al mundo que la aviación no es cosa solo de hombres, convirtiéndose en la primera mujer en cruzar sola el océano atlántico a finales de la década de los años 20. Esto sí es llevar tu vida a lo extremo.
Coco Channel, una mujer que se puso los pantalones en un periodo de la historia donde la mujer tenía que utilizar vestidos, anteponiendo su comodidad a las críticas. Existe un antes y después de Ella en la historia de la moda.

María Callas, la gran diva de la ópera, capaz de revivir el bel canto. Su estudio disciplinado y meticuloso y su musicalidad innata la llevaron a trascender en la historia.

Isadora Duncan, se atrevió a revolucionar la danza, alejándose de los patrones clásicos para crear su propio estilo. Que también incluía una versión filosófica de la vida, agregando un concepto y puesta en escena.

Mujeres que también consigues en la vida cotidiana
Desde la abuelita en la mañana con sus matas,
La vecina, que además de ser ingeniero, también canta.
La joven que estudia medicina y en su patineta, se desplaza.
La mamá de un amigo, que se especializa en tejidos de hamacas.
La amiga de una amiga, la flaca. Que hace circo y en su monociclo ha recorrido toda Caracas.
Hasta la primera mujer en viajar a la luna.
Todas tienen algo que contar digno de ser presentado al mundo.
Mujeres extremas, que sin ellas, ¿Cómo saber lo que quiero ser cuando sea grande?

Gracias por leer