Lunes 8 de enero
Sangro a veces, no me duele. Creo que duele más escribir cuando no tengo ganas. Quiero leer Pizarnik pensé mientras lloraba. Todo estaba oscuro, implore el libro, llore con más ganas, se me ocurrió algo. ¿Suicidarme? Nunca lo he intentado, si lo he pensado alguna vez, pero, siempre escribo, creo que he de suicidarme cada vez que imagino algo para escribir. Literariamente mis intentos de suicidios son infinitos.
No quiero nada, yo puedo hacerlo todo, en mi puede generarse toda creación. No necesito nada. Pero me siento atraído por las ideas de algunas personas, escritores, filósofos. Siento que podía mejorar, todo, solo con algún tipo de interés en dichos pensamientos, ideas. Pero no tengo ganas, quiero dormir, pero no tengo que soñar. Quiero escribir, pero no se me ocurre en que idioma. ¡Dios mío! Puedo escribir, quiero.
De mi nace todo.
Todo lo que nada quiere.
Pero nacen.
Cosas innecesarias.
Poemas ocultos,
Textos encendidos en sangre.
Una sangre coagulada con hierro y tinta.
¿Alguien necesita esta alma podrida?
Puedo hacer lo que sea.
Pero nadie necesita algo de lo que pueda yo hacer.
Tengo sueño.
Quiero sinceramente, siempre dormir.
Obviamente no me prefieren. ¿Por qué leo? Me preguntan, ¿es como preguntar por qué respiras? ¿Por qué piensas? Las personas, hacen lo que alguien dice. Yo leo porque en mí, no reside nada más que varios yo. Hay en mi un recinto de muchos entes, hay demonios, hay ángeles, hay santos, hay asesinos, y también está el enamorado. Entonces, ¿por qué leo? Leo porque es lo que todos necesitamos, y porque todo lo que está en mí, nace de mi pensamiento, de lo que vivo, de lo que veo, de lo que leo, de lo que no existe.
Salto de un texto a otro, de hecho, tengo una incapacidad al escribir, no puedo llevar una idea tanto tiempo, me permití leer, y escribir, debo hacer lo que dicta la idea que nace en un segundo y al otro muere, y de esa muerte vive otra idea. Puedo estar triste o enamorado. Aunque no se cual es peor.
Maldita existencia. Me duele todo. Me duele mi culpa, mi perdón, mi conciencia, mi tristeza. Todo me duele. Quiero dormir. Siempre quiero dormir y no puedo. Quiero descansar, necesito un poco de tiempo, detengan el mundo un momento, para yo llorar sin que pase el tiempo. Por favor, solo un momento. Solo por un momento quiero sufrir y que no siga corriendo el reloj.
Pero, no soy para nadie nada. Tampoco creo que sea necesario serlo. Pero a veces he querido, aunque sea, sentir esa sensación de ser querido, amado. Pero se rompe cualquier indicio. Porque es por eso que quizás no he sido correspondido. Amar sin saber que me amen. Como dice Márquez; que no te amen como tú quieres, no significa que no te amen con todo su ser. Basura, debe haber un amor que funcione según los libros, si algo está escrito es que puede ser real. Solamente, es que no somos reales, somos hechos de las ilusiones, del idealismo de varias personas. Solamente yo, creo que yo solamente soy lo hecho por mí mismo. Porque nunca me han querido, nunca me han amado. Soy un ser nuevo, intacto. Un ser nulo en ser amado, pero gastado por haber amado.
¿Por qué leo tanto y escribo tanto amor?, le pregunte. Nunca me responde como yo quiero. Creo que T. no me entiende. Yo creo que simplemente solo yo lo hago. Soy fiel a lo que escribo, leo y pienso. Y no necesito más. Pero quisiera a veces, que me dijera, que sí. Que, si se hunden tanto en dos palabras, que la unión de cada frase la hace enardecer a tal punto que desea amarme más, que desea haberme tenido antes. Pero, pero no. No soy alguien que puedan idealizar, soy un rufián de escritos, soy un traficante de tristeza, soy un desdén entre la multitud, soy lo que nadie es. Pero que tanto odian.