Saludos amigos, en esta oportunidad les quiero contar de mi maravillosa experiencia al conocer el volcán El Arenal, ubicado en la cordillera volcánica central de Costa Rica en centro América. Este volcán está de reposo pero aún sigue arrojando piedras gigantes, lava y cenizas que para mí por provenir de un país donde no hay actividad volcánica fue muy interesante.
El Arenal queda ubicado a unos 90 km al noroeste de San José, la capital de país, por donde pasé pero sin mucha emoción, pues mi interés siempre fue conocer las maravillas naturales de Costa Rica y así que el año 2006, me embarqué rumbo a esas atracciones naturales que conforman el principal destino turístico de la nación centroamericana. Una vez en el poblado de La Fortuna, me dispuse a pasear entre la frondosa vegetación, donde se pueden apreciar innumerables animales como tucanes, osos hormigueros y tantos otros protegidos, hasta llegar al parque nacional El Arenal. Debo decirles que es muy majestuoso, imponente y me imprimió un poco de miedo pensar en que algún día se despierte, como quiso hacerlo luego en el año 2012.
Pero Costa Rica tiene muchas atracciones que disfrutar, por lo que un día alquilé una bicicleta y me dirigí a través de las puertas de Adifort, que es una organización de índole comunitaria que gestiona y protege las cataratas La Fortuna. Luego de pedalear por una hora más o menos desde el poblado y disfrutar de la vista llegué a una impresionante caída de agua de unos 65 metros de altura, incrustado en un cañón escalonado con 480 peldaños que desembocan en las aguas más turquesas que había visto en mi vida.
La Fortuna es color del jade verde, alechado, transparente y con su fuerza que invita a la apreciación y a la meditación consciente de nuestra pequeñez como humanos, así que lo disfrute en varios sentidos, cuidé su entorno y me fui muy agradecido por haberlo conocido.
Photo by Richard Kenway
Pero como venezolano, nacido de tierras caribes, no soy de aguas frías, así que antes de terminar mi viaje quise conocer el océano Pacífico, así que me dirigí al poblado Manuel Antonio al Sur del país, donde la cultura es más negra, su comida y tradiciones tienen esa mezcla de sabores africanos y su trato muy cordial, allí disfruté de bellos atardeceres, ricos platos de mariscos, pescados y frutas a la orilla de la playa y un excelente trato.
Photo by Richard Kenway
En esta zona y en bahía Draque se pueden hacer inmersiones en los arrecifes de coral y se pueden avistar delfines y ballenas con sus vallenatos; es un lugar muy bonito, donde la gente se esmera por tratarte bien, así que les recomiendo una vez podamos salir de esta situación de pandemia y se normalicen las cosas, no esperen más y conozcan este lugar tan maravilloso.
Photo by Richard Kenway
Nelson Ojeda