Una visita a la nostalgia

in Cervantes4 years ago

Venezuela, es un país que ha cultivado por mucho tiempo una fuerte tradición o preferencia por las telenovelas, en una época, fue uno de los mayores productores de este tipo de seriados en el mundo y, aunque hoy me parece un género anacrónico, sin duda alguna, como espectador que fui, guardo algunas historias en los recuerdos porque significaron de alguna manera un viraje en la forma de hacer televisión.

Hace poco un canal nacional, decidió retransmitir una telenovela que se estrenó en 1995 cuando yo tenía 15 años de edad y aunque no tengo claro el nivel de éxito en términos de números, publicidad o los indicadores que emplean las televisoras, a mi particularmente me pareció una de las mejores historias jamás contada en la televisión nacional, se llama KA INA.

ka.jpg
Fuente: kikedosliendos.wordpress.com

La historia particularmente es de una riqueza literaria infinita y su recreación audiovisual es tan sencilla que resulta maravillosa. La telenovela emplea constantemente imágenes de apoyo de la majestuosa selva venezolana y algunas de las escenas más emblemáticas y hermosas fueron grabadas en ese territorio, tan venezolano y tan desconocido a la vez. No hay derroches de utilería, maquillaje, peluquería, escenografía o vestuarios (es común a través de los capítulos ver a personajes, incluso protagonistas, repetir atuendo), entonces el éxito de la producción radicó en dos cosas: su historia y los actores.
kainita.jpg
Fuente: kikedosliendos.wordpress.com

La historia es simplemente fascinante: envuelta en un realismo mágico que impregna la pantalla y se normaliza en la trama, de esta manera nos trasladan al hogar de los pueblos originarios venezolanos a conocer una de sus tantas leyendas, la de Maniña Yerichana. Una mujer hija de una princesa Yanomami que fue criada por una manada de Jagüares y por un Piache que le compartió los secretos de la selva. Maniña es dueña y señora, bruja y salvadora. Entre los regalos que le dio el Piache, el más preciado para ella, es el llamado Conjuro de la Luna, que le permitía a la Yerichana permanecer joven y bella con la condición de que no pariera y si lo hacía no debía ver de frente a su criatura y posteriormente darle muerte. En ese contexto mágico, Maniña Yerichana se enamoró de un hombre que la abandonó dejándola embarazada y entonces, hundida en el desamor se quiso refugiar en la luna y para seguir manteniendo su favor, debía deshacerse de Amanadona (su hija) que en lugar de morir fue entregada a un habitante de un pueblo cercano, donde crecerá como hija de éste pero con poder sobre quien se convertirá en su enemiga: Maniña y la Selva.

hqdefault.jpg
Fuente: kikedosliendos.wordpress.com

Nadie sabe a ciencia cierta, qué edad tiene Maniña Yerichana, entre sus rituales se encuentra el baño con leche de Jagüar en noches de luna roja y así, con esa atmósfera se desenvuelven muchas historias encantadoras que sobreviven a pesar de lo fuerte y atrayente del "cuento principal". A todas luces, lo que encantó de esta telenovela, es precisamente, la fantasía, la magia y la sencillez de los personajes y complementos, contribuyeron a introducir al espectador acostumbrado a seriados basados en la realidad cotidiana y aciaga, en un mundo completamente diferente, donde verdaderamente se saboreaba la ficción.

Y si a todo esto se le añade, los paisajes, los mitos, leyendas, costumbres e idiosincrasia de la Amazonia, la combinación es casi invencible.

EsOR-zgWMAIlp9p.jpg
Fuente: @HildaAbrahamz (Cuenta de IG)

Obviamente ninguna historia dramática y audiovisual, está completa sin actores. Extraordinarios y creíbles en cada uno de sus roles. Definitivamente recomendada, para quienes aún hoy, disfrutan del género.

Sort:  

Hola @ linarev , gracias por traer un recuerdo hermoso de una pasado hermoso de nuestro paí y nuestra cultura. ,Cuando eramos felicies y no lo sabiamos. Yo lo vivi, porque tengo 71 años de edad y te puedo decir que lo disfrute. Fue una epoca en la que los sueños y la fantasias se podian hacer relidad. Gracias.