Tu publicación es muy valiosa, yo me identifico mucho contigo porque no me gustan los zoológicos. Cuando eres niño te emociona ir al zoológico porque es la única forma de ver animales exóticos pero cuando creces te das cuenta que no vale la pena que un animal sufra por nuestro propio placer. En Perú fui dos veces al zoológico por presión social y las dos veces salí llorando. Ver un león, el rey de la selva en una jaula dando vueltas y rugiendo de desesperación y luego echarse rendido y repetir eso infinitas veces al día, debe conmover a cualquier persona. Luego investigue y fue rescatado de un circo, le quitaron los dientes y lo maltrataban. Esos son peores.
Agradezco que existan lugares donde los rescaten y cuiden pero la mayoría son por puro beneficio monetario.