A la hora señalada te esperé frente a las rejas del parque,
Pasaron delante de mí hermosos ojos,
Bellas muchachas de cabello ondulante al viento
Que me clavaron la vista largo rato.
Pero yo ni les presté atención,
Me cautivaba tu recuerdo
Y me emocionaba la idea de volver a verte.
Siempre me gustó tu maquillaje y tu forma de vestir,
Tu cabello teñido de rojizo y tu mirada fija
Son cosas que siempre me han cautivado.
El olor de tu colonia quedó grabado en mi memoria
Y el sonido de tus tacones retumba siempre en mi mente,
Estos son los pequeños detalles que siempre se aprecian
Cuando uno realmente está enamorado.
Amada mía concedeme un beso como el primero,
Revivamos nuestras andanzas por la ciudad,
Vayamos a cada esquina que nos recuerde nuestra juventud
Y caminemos cada calle como en aquellos gloriosos días
En que nada nos preocupaba.
Caracas siempre fue nuestro patio de juegos,
Sus parques nuestros jardines floridos
Y sus plazas nuestro lugar de reunión,
Donde íbamos a sembrar ilusiones
Y a tomarnos las manos en señal de esperanza.
Han pasado los años y no te quiero
Sino que te amo,
El tiempo y la vida han decho de todo con nosotros
Pero jamás lograron que dejáramos de estar juntos.
Dicen que hasta que la muerte los separe
Cuando se junta a una pareja,
Pero en nuestro caso eso no aplica
Porque cuando me toque partir de este mundo
Seguiré queriendo estar contigo.
Este poema se lo dedico con mucho Amor a mi esposa Mariana, tenemos ya casi 9 años de casados. De novios solíamos pasear mucho por los parques y los museos de Caracas, en la actualidad vivimos en Guatire y tenemos una vida menos ajitada que también disfrutamos mucho.